La crisis impulsa al PP a un triunfo claro
El PSOE pierde cinco puntos - Rajoy: "Se avala nuestra estrategia del congreso de Valencia" - IU mantiene sus dos escaños y el partido de Rosa Díez logra un diputado
La crisis económica castigó ayer en las urnas al PSOE e impulsó al Partido Popular hasta una victoria clara. Las sextas elecciones europeas que se celebraban en España otorgaron un triunfo inapelable al partido de Mariano Rajoy, que logra su mejor resultado de la historia en porcentaje de votos en este tipo de comicios, aunque, de las tres victorias que ha cosechado al Parlamento Europeo, la de ayer es la menos contundente en cuanto a la diferencia obtenida respecto a los socialistas.
El PP, con el 42,23% de los sufragios totales, se queda con 23 de los 50 escaños en juego, mientras que el PSOE (38,51%) logra 21. El partido de Rajoy ganó por casi 600.000 votos y 3,7 puntos de diferencia a la formación de Zapatero.
"Tenemos el mejor resultado de los socialistas en Europa", dijo Pajín
El PP ganó en sus feudos y arrebató al PSOE Baleares y Canarias
Los restos del botín europeo se los reparten la Coalición por Europa (5,12%; dos escaños), Izquierda Unida (3,73%; dos escaños), Unión Progreso y Democracia (2,87% y un escaño que sirve al partido de Rosa Díez para entrar por primera vez en el Parlamento Europeo) y Europa de los Pueblos (2,50%; un escaño).
La candidatura Iniciativa Internacionalista, avalada por el Constitucional y apoyada por Batasuna, se quedó como séptima fuerza política en toda España y sin escaño. Cosechó el 80% de sus sufragios entre el País Vasco (cuarta fuerza con el 15,90% de los votos) y Navarra (tercera con el 11,46%).
El resultado de ayer da oxígeno a Rajoy, que aprueba así la asignatura pendiente para sofocar conatos de rebelión interna y se asegura su candidatura a la Presidencia del Gobierno. "Los españoles han avalado la estrategia que el Partido Popular trazó en el congreso de Valencia", proclamó Rajoy desde el balcón de las victorias, en un mensaje dirigido a sus detractores dentro del PP.
Tras recuperar el poder en Galicia, hacer posible el Gobierno de los socialistas en Euskadi y ganar la partida del 7-J, la euforia se instaló ayer en la dirección del PP . Rajoy había pronosticado 25 diputados pero se quedó en 23. Los 3,72 puntos que sacó ayer al PSOE están muy lejos de los 10 puntos que esperaban algunos líderes populares, como Esperanza Aguirre. Pese a ello, el optimismo se impuso en los mensajes que se escucharon a medianoche en el cuartel general de los populares.
El PSOE sufre el mayor retroceso electoral de todas las formaciones al perder cinco puntos respecto a las elecciones de 2004. Los socialistas se conformaban con un empate e incluso con una derrota de un par de puntos respecto al PP. El resultado final fue peor de lo previsto. Pese al castigo electoral, la primera reacción fue de optimismo: "Es el mejor resultado de todos los partidos socialistas de Europa", declaró Leire Pajín, secretaria de Organización.
En las comunidades donde el PSOE ha sustentado sus últimas victorias electorales, Cataluña y Andalucía, se redujo mucho la distancia con el PP. Mientras tanto, Valencia y Madrid, donde los gobiernos populares están inmersos en gruesas investigaciones judiciales por corrupción, el partido de Rajoy ganó con una diferencia de 15 y 13 puntos, respectivamente. El líder del PP se empleó a fondo en la Comunidad Valenciana -la que mayor participación registró- para apoyar a sus dirigentes, golpeados por el escándalo, y cosechó una aplastante victoria que deja bajo mínimos al PSOE. El PP aumentó su ventaja en sus feudos habituales y ganó en Canarias y Baleares, donde había perdido en las elecciones generales de 2008. De las 17 comunidades, en 11 venció el PP, en seis el PSOE y en una, el País Vasco, la coalición de PNV y CiU.
España votó ayer con desgana para construir el futuro de Europa. Más de la mitad de los 35 millones de ciudadanos llamados a las urnas se quedó en casa. Tras la colosal caída de participación en 2004, cuando descendió casi 20 puntos para situarse en un 45,14%, el desinterés se impuso: la abstención alcanzó el 53,98%. La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, encontró un lado positivo: "Estamos por encima de la media europea en participación [43,39%]".
La jornada electoral puso el broche a 14 días de campaña donde los dos grandes partidos olvidaron el futuro de Europa para imponer en sus mítines temas menores, intrascendentes y sonrojantes. La abstención, cinco años después, volvió a ganar en España cuando se habló de Europa.
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