Los socialistas afrontan la derrota con una moderada decepción
Gran preocupación en el PSOE por los resultados en Madrid, Cataluña y Valencia
Podía haber sido mucho peor. Ésta fue la impresión y la expresión que transmitía anoche la dirección del PSOE nada más conocer el resultado de las elecciones europeas en las que el PP les ha ganado por dos escaños, cerca de 600.000 votos y casi cuatro puntos de diferencia. Éste era el límite que el PSOE se había puesto para no considerar la derrota un auténtico varapalo. Es más, si sólo hubieran perdido por un escaño, en el PSOE se hubiera celebrado una fiesta, y no fingida, sino de corazón.
Nunca antes como en estas elecciones el PSOE se conformaba con perder por poco. La crudeza y la hondura de la crisis económica han coincidido con las elecciones europeas, y por tanto, con la primera ocasión que han tenido los ciudadanos para manifestar su malestar, sobre todo por la voracidad del paro. También es evidente, al menos según los primeros análisis, que el voto del PP se ha mantenido fiel a ese partido en tanto que han sido muchos los progresistas que han manifestado su desafecto al Gobierno al no ir a votar.
Dirigentes del PSOE reconocen que los resultados son un claro aviso
Tanto Leire Pajín, coordinadora de la campaña, como el cabeza de lista, Juan Fernando López Aguilar, explicaron la derrota por la situación económica. "Evidentemente, la crisis económica ha sido un tema clave de la campaña y un factor relevante en el comportamiento de los ciudadanos", señaló Leire Pajín a las 22.05, nada más conocerse los resultados. "Nadie puede ignorar el impacto de esta crisis en tantas personas que lo están pasando mal y a las que vamos a responder desde España y desde Europa", aseguró López Aguilar, que tomó la palabra ante los militantes que se habían dado cita en la sede federal del PSOE. Él obtuvo su reconocimiento con muchos aplausos, y también Leire Pajín, la coordinadora de la campaña, visiblemente emocionada.
Este análisis se venía haciendo en el PSOE en los últimos tres días ante la contundencia de las encuestas que siempre han dado al PP como ganador. En la sede federal del PSOE, la plana mayor, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, se concentró anoche para vivir juntos el resultado. Junto a él, José Blanco, vicesecretario general, y la coordinadora de la campaña, Leire Pajín, y los vicecoordinadores Elena Valenciano y Antonio Hernando. Todos ellos mostraron su apoyo a Pajín, que debutaba en la tarea de organizar una campaña electoral.
Algunos de sus compañeros resaltaban que "nada ni nadie" hubiera podido cambiar el curso de estas elecciones, en las que los votantes de la derecha han aprovechado la primera oportunidad desde las elecciones generales para castigar al PSOE y, sobre todo, al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. No obstante, algo se ha notado que la dirección de la campaña haya pasado de José Blanco, veterano en ese tipo de tarea, a Leire Pajín.
Los socialistas reconocen que éste resultado electoral es un primer aviso que los votantes de la izquierda mandan al Gobierno por la marcha del país 15 meses después de que una mayoría de españoles revalidara su confianza en el PSOE. Ahora bien, en la dirección socialista se respira con cierto alivio ante la evidencia de que no tienen que someterse a un nuevo examen general hasta dentro de dos años, cuando se celebren elecciones municipales y autonómicas. Para entonces, los interlocutores consultados confían en que la situación económica sea mucho mejor y que esa evolución favorable se perciba precisamente en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas.
Pero mucho tienen que mejorar las cosas para que los socialistas remonten en Madrid y la Comunidad Valenciana, donde la espectacular derrota sobrecogió ayer a la cúpula del partido. Y lo mismo se puede decir de Cataluña, donde la perspectiva de las elecciones autonómicas de finales del año próximo se ha convertido en muy preocupante tras los resultados de ayer.
Hoy, la Ejecutiva Federal del PSOE analizará las consecuencias de este resultado. En el PSOE no existe, al menos hasta ahora, una corriente que proponga una política económica alternativa a la que lleva a cabo el Gobierno de Zapatero, cuya vicepresidenta económica, Elena Salgado, también compartió la noche electoral con Zapatero y la dirección del PSOE.
La principal tarea que tiene ahora por delante el PSOE es buscar acuerdos con otros grupos parlamentarios para aprobar los Presupuestos Generales del Estado en las Cortes. Ese reto, y no el resultado electoral de anoche, es el que determinará la suerte de esta legislatura.
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