La guerra fría 2.0
¿Que quién soy? La mayoría no silenciosa, bocazas". En 2010 se cumplen 25 años de esta descripción del individuo como animal social compelido a expresarse. Es una frase de Rocky IV, cumbre artística de la guerra fría, cuya visión convirtió a los espectadores impresionables en agentes inopinados de un mundo libre, envuelto en barras y estrellas.
Hoy, al igual que entonces, vivimos una guerra planetaria en la que las distintas potencias azuzan sordas escaramuzas en escenarios más o menos virtuales, en una especie de "todos contra Google". Está en juego quién se convierte en la plataforma última a través de la cual encauzar la información, los comportamientos y las acciones en la Red. Es decir, un combate por el control mundial.
"En EE UU, Facebook ya supera a Google en número de páginas vistas" (E. Dans, IE Business School)
El lanzamiento de Google Buzz formaría parte de una carrera armamentística que no cesa. Es interpretado como un intento por parte del buscador de no perder comba en el terreno de las redes sociales. Aunque, según Enrique Dans, profesor de sistemas de información en IE Business School y autor del libro Todo va a cambiar (Deusto), "Buzz no es una red social como tal, sería imprudente por parte de Google intentar reinventar una. Lo que se les ha ocurrido es crear una capa de consolidación de su especialidad, las búsquedas, intentando que el usuario reúna toda su actividad en Internet en ese único espacio".
Puede que sea esa impotencia por competir frontalmente lo que lleva a Google a decir (en el blog de presentación de la aplicación Buzz) que "si te paras a pensarlo, siempre ha habido una gigantesca red social bajo el concepto y funcionalidad de Gmail". Frase con la que quizá quieran meter un dedo en el ojo a Facebook, que, por su parte, ve ante sí un futuro de enorme relevancia cualitativa en cuanto a las búsquedas (los usuarios demandan recomendaciones "de confianza" a "amigos", en detrimento de los asépticos datos de Google). Es decir, las incursiones en territorio enemigo se suceden. Mientras el buscador intenta arañar el entorno red social (comandando iniciativas como OpenSocial y las aún por consolidar Google Wave y Google Buzz), Microsoft acaba de anunciar el lanzamiento de Outlook Social Connect, que permite gestionarlas directamente desde el programa de correo electrónico.
Enemigos históricos, Microsoft y Google dieron un paso adelante en su escalada bélica en 2007. Entonces, el buscador intentó entrar en el accionariado de la emergente Facebook, una red social en la que sus usuarios usan sus valiosísimos nombres y apellidos reales. Fue Microsoft la que accedió a su capital. "Estaba en la posición opuesta a Google, e hizo lo que fuera para que ésta no se llevara ese contrato: una valoración estratosférica que llegó a los 300 dólares por usuario", detalla Enrique Dans.
En estos días observamos cómo las potencias se alinean: Microsoft ha sido autorizada por el departamento de Justicia de EE UU a utilizar la tecnología del buscador Yahoo. Y se desata la "propaganda": Google acaba de acusar a Microsoft de estar detrás de algunas de las demandas que le sitúan en el punto de mira de la Comisión Europea por supuestas prácticas monopolísticas.
En el terreno social, hasta podríamos hablar de una guerra de las galaxias, las llamadas "guerras de identidad" entre Google y Facebook: la lucha por erigirse en gestora de la identidad digital. Ambas pugnan encarnizadamente por conseguir que sus usuarios utilicen siempre el nombre y la contraseña con los que están registrados, ingresando con un solo clic (e importando sus datos) en cualquier página de la Red gracias a un sencillo botón: Google Friends Connect o Facebook Connect.
Los 400 millones de usuarios de Facebook —con un ingente porcentaje de información oculto a Google por cuestiones de privacidad, pero que Facebook se reserva para sí— pueden hacer inclinar la balanza. Aunque recordemos que es Google quien sabe cómo manejar la pasta. Su sistema Friends Connect permite segmentar la publicidad en función de los perfiles de los usuarios que accedan a ella, haciendo que resulte más eficaz y rentable.
Así que aún todo está por decidir.
Google es una superpotencia mundial que, si añadimos su posible salida de China, por primera vez se podría ver amenazada. "Las cifras cantan, y Facebook es una amenaza real para Google", opina Enrique Dans. "Desde hace poco, la red social ha superado en páginas vistas al buscador en tráfico estadounidense. La clave es quién es capaz de ofrecer más páginas vistas para vender publicidad sobre esa idea, y en el caso de Facebook, aprender a hacerlo. La oportunidad será cuando ésta se vuelva tan grande como para vender el trasvase de tráfico de un sitio a otro dentro de su propia red". Se convertiría así en una especie de Internet alternativo, una red dentro de la Red.
Suena a negocio redondo para una corporación que ha sabido explotar como nadie la inagotable necesidad del hombre de compartir, expresarse y comunicarse. Aunque sea cada uno en su casa y Facebook en la de todos.
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