Ser o no ser tendencia
Estaban Simian Mobile Disco (SMD) pinchando en Miami y, de repente, se subió a la tarima P Diddy, se declaró admirador, cogió la mesa, lanzó sus samplers y y se puso a rapear sobre la música que el dúo inglés estaba pinchando. ?Aquello fue muy raro. Al cabo de unos días nos llamó alguien para concretar la colaboración. Yo no recuerdo haber dicho que sí a nada. Fue complicado desembarazarse de ellos?, recuerda James Ford. ?Lo que pasa es que la gente escucha algo y decide que debe hacer ese algo. Eso es realmente negativo. No nos interesan las modas. Son ellas las que se interesan por nosotros?.
La historia enseña que si te quedas el tiempo suficiente quieto, más pronto que tarde alguna moda pasará por allí. Así, cuando SMD se paró media hora donde se cruza la electrónica y el indie, lugar que en los últimos 20 años ha sufrido serias congestiones de tráfico, el coche escoba les recogió y se los llevo allí donde aparcan las bandas que definen una época.
No negaré que hemos jugado cierto papel en el estado de la música actual
El dúo inglés, formado por James Ford y Jas Shaw, edita estos días su segundo largo, Temporary pleasure, un disco como aquellos que Basement Jaxx o Chemical Brothers editaran en el tránsito entre los noventa y el nuevo siglo. Música de baile para gente que no sabe bailar, electrónica para gente a la que no le gusta la electrónica, y todas esas frases que creímos que tardaríamos más en repetir.
Con una lista de colaboradores que abarca todas las facetas de la independencia actual, desde el pospunk gritón (Beth Ditto, de The Gossip) hasta rock de genética aria y sensibilidad africana (Chris Keating, de Yeasayer), pasando por el soul contemporáneo (Jaime Lidell) o la tímida vuelta de los noventa (Gruff Rhys, de Super Furry Animals), Temporary pleasure, más que un álbum, parece un tratado sobre el estado de las cosas. Y las cosas son hoy un iPod puesto en modo shuffle, esa opción en la que reproduce de manera aleatoria la música que en él almacenaste de manera acrítica porque tenías muchos gigas que llenar. ?Me encanta la idea de que nuestro disco pueda ser un shuffle. No lo había pensado, pero tiene mucho sentido?, comenta Jas Shaw, el miembro de SMD que ayer sí durmió. ?La manera en que la gente consume música hoy es distinta, y me parece que nuestro disco puede conectar con esa sensibilidad, con no saber si la próxima canción será una bosanova o un clásico Motown. Nuestra suerte es que jamás hemos sido una banda unidimensional?. James Ford, el que ayer cerró todos los bares de Barcelona y el miembro estrella del dúo, gracias a sus producciones para Klaxons o The Last Shadow Puppets, parece estar de acuerdo, pero con matices. ?Me gustaría pensar que tras todo el eclecticismo, el disco tiene su coherencia. Comenzó como un largo de tecno, luego empezamos a conocer a gente muy interesante en los festivales y, sin darnos cuenta, estaban cantando sobre nuestras bases. Tuvimos que adaptar el discurso del disco, acercarlo al formato canción, algo que resultó muy positivo porque en ese momento nos dimos cuenta de que nuestra idea original era errónea. No puedes hacer un disco que parezca una colección de singles, porque el formato álbum no fue pensado así?.
SMD es el resultado de una escisión. Jas y James se separaron de Simian, banda de indies con tendencias psicodélicas que se formó en la Universidad de Manchester y que se hizo popular en el Reino Unido por tocar en iglesias y organizar fiestas itinerantes ?llamadas Simian Mobile Disco?. Tras la separación de la banda, Jas y James empezaron a producir música sin demasiadas esperanzas, hasta que, un día, unos tales Justice decidieron darle la vuelta a uno de los temas del segundo largo de su anterior banda (Never be alone, rebautizado como We are your friends) y lo convirtieron en la canción que inventó la nueva electrónica indie, ese estilo que es una recreación de la zapatilla de los noventa, pero esta vez con firma de revista de tendencias y bailada por modelos rusas borrachas en todas las semanas de la moda.
La coyuntura, sorprendentemente, se había puesto la mar de favorable. Y ellos supieron capitalizarlo. ?No me gusta pensar en nosotros como una banda del momento ni como ejemplo de nada?, apunta Ford. ?No voy a negar que hemos jugado cierto papel dentro del estado de algunas cosas en el mundo de la música actual. Se nos asocia con Justice, pero no creo que tengamos nada que ver con ellos. Muchos promotores poseen una idea errónea de nosotros y por eso nos hemos encontrado pinchando o actuando en lugares a los que no pertenecemos. Eso es algo que estamos trabajando con nuestro agente?.
Temporary pleasures está publicado en Nuevos Medios. www.simianmobiledisco.co.uk
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