La izquierda 'abertzale' afronta desconcertada el pleno de la consulta
Azkarraga defiende la legitimidad de recibir los votos de EHAK
EHAK, el grupo parlamentario de la izquierda abertzale cuyos votos son decisivos para que prospere o fracase el proyecto de consulta del lehendakari Ibarretxe, mantiene la indefinición. Una postura que en medios radicales se atribuye a la desorientación interna sobre la postura que adoptará respecto a esta cuestión decisiva para el Gobierno tripartito. Y ello pese a que las valoraciones internas y todos las impresiones iniciales parecen orientar al grupo sucesor de Batasuna hacia una respuesta negativa, que ponga contra las cuerdas a Ibarretxe y al PNV.
Falta orientación y una dirección para adoptar decisiones estratégicas
Observadores cercanos al mundo abertzale coinciden en afirmar que aún no hay una decisión tomada, tal y como los parlamentarios manifestaron al día siguiente del anuncio de Ibarretxe. No obstante, el problema de EHAK, y por consiguiente de la izquierda abertzale, más allá de esa coyuntura, está en su falta de orientación y de dirección para adoptar decisiones estratégicas para su futuro.
Las mismas fuentes no dudan en calificar de "desnortado" el estado en que se encuentra el mundo que vertebraba Batasuna antes del ingreso de toda su dirección en la cárcel. Esta situación, unida a las causas judiciales abiertas para la ilegalización de ANV y PCTV y a la actividad terrorista de ETA, afianza la impresión de provisionalidad y de indefinición en las filas radicales.
La falta de líderes y de argumentos en los que apoyar la toma de una u otra decisión son el punto débil de EHAK, según apuntan las citadas fuentes. Consideran al Partido Comunista de las Tierras Vascas la estructura de representación institucional "más desamparada" de las que ha tenido la izquierda abertzale. En cualquier caso, nada parecida al grupo parlamentario que dirigió Arnaldo Otegi apoyado por su colega de escaño, José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, antes de darse a la fuga y regresar al frente del aparato político de ETA. Ellos sí decidieron en 2004 prestar un apoyo milimétricamente medido y astutamente calculado -tres síes y tres abstenciones, un monumento a la ambigüedad- al proyecto de Estatuto Político de Ibarretxe, para desestabilizar lo más posible la situación. En el comunicado colgado en la edición digital del diario Gara, ETA expresó ayer unas posiciones contrarias a la consulta. Fechado dos días antes de que Ibarretxe presentara las dos preguntas, ETA desautoriza, sin citarlo, este "fraude vestido de reforma autonómica", y sobre todo insiste en la "territorialidad" como vía de solución. En el comunicado, la banda asume los últimos atentados y, refiriéndose a la operación de Burdeos, reprocha a España y Francia que su prioridad sea "la caza de militantes y responsables de ETA", con lo que da gran relevancia al estatus de López Peña, Thierry y los otros tres detenidos.
Esa posición de ETA no tiene por qué determinar ya la postura de EHAK en el Parlamento. Ningún experto consultado por este periódico cierra la puerta a la posibilidad, muy posible, de que se dé un apoyo puntual y medido -prestar un voto, el único que precisa el tripartito más Aralar en el Parlamento vasco-, que ayude a la "desestabilización" de la situación política y haga buena la premisa, tantas veces aplicada por los radicales, de "cuanto peor, mejor".
El consejero de EA Joseba Azkarraga, se adelantó ayer a afirmar que el Gobierno no hará ascos al apoyo de EHAK, porque "todos los votos del Parlamento vasco son absolutamente legítimos". Y denunció que "ningún medio de comunicación ni ningún partido criticaron" cuando el PP o el PSE "han usado" votos de EHAK para derrotar iniciativas del Gobierno vasco". "Ya vale de hipocresías", añadió.
Por otra parte, la izquierda abertzale está encontrando dificultades para recomponer las estructuras en las que sustentar su continuidad como formación política. Entre el centenar y medio de concejales de ANV, muchos de ellos militantes y otros no, están aflorando resistencias a movilizarse. "Hay dudas sobre su papel, ya que algunos son gente ideologizada, mientras otros son personas con buena voluntad y con miedo", indican las fuentes consultadas.
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