La 'primavera árabe' desnuda
La primavera árabe no está siempre resultando grata a los derechos de las mujeres. Una feminista, Aliaa Magda Elmahdy de 20 años, ha aparecido desnuda en una foto publicada en plenas elecciones legislativas egipcias en el blog de un amigo. Y las reacciones han sido tan tumultuosas como básicamente negativas, aunque el blog ha tenido un gran éxito pasando en unos días de unos centenares a 14.000 seguidores. Algunos liberales han aplaudido el gesto como un paso en la liberación de la mujer, pero la gran mayoría de opiniones han sido insultantes y no pocas amenazantes contra su vida. Y no solo de fuentes radicales, sino que ha habido quien lo ha considerado contraproducente porque puede inducir a votar islamista, o quien simplemente considera la foto como una muestra de mal gusto. Pero está probado que desde la toma del poder por el Consejo Militar Supremo la mujer ha perdido posiciones en la arena política egipcia. Bajo el tirano Hosni Mubarak estaba vigente un paquete de leyes, conocidas como las leyes de Susana, por el nombre de la esposa del dictador, que figuraban entre las más liberales del mundo árabe. La mujer tenía garantizados 64 escaños (12% del total) en la asamblea nacional, disposición que fue sustituida en julio por una ley que obliga a todos los partidos a incluir por lo menos una candidata en sus listas.
Pero tanto le vale, porque en la primera vuelta de las prolongadas elecciones egipcias, que solo terminarán a mediados de enero, no ha salido elegida ni una sola mujer. Y de igual forma, pueden ser derogadas toda una serie de disposiciones que permitían a las egipcias iniciar procedimiento de divorcio, y retener en su caso la custodia de los hijos, al tiempo que, como documenta Amnesty International, los militares han reprimido con especial furor a las mujeres manifestantes, llegando a someter a algunas de ellas a los llamados tests de virginidad.
Recientemente, recorrió el mundo la foto de una mujer a la que arrastraba medio desnuda un soldado en la famosa plaza de Tahrir. Es evidente que no hace falta ser islamista en el mundo árabe para negar a la mujer sus derechos más elementales. Pero en algunos países se les niega incluso el derecho a la presencia pública.
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