La despensa del bazar
He visto y leído hoy una noticia acerca de la ciudad china de Yiwu en la que se nos cuenta la especie de Titán en la que se ha convertido esta ciudad como "despensa" mundial del negocio del bazar y cómo esto ha supuesto otro milagro chino, multiplicando escalofriantemente la renta per cápita de sus habitantes. Pero no solo cuentan esto, también indica el reportaje cómo viven estos empleados, cobrando sueldos irrisorios y la mayoría de las veces miserables, sin protección social alguna para ellos ni para sus familias, y viviendo en las mismas fábricas para que la productividad del negocio sea la máxima posible.
Y yo me pregunto, ¿no es esto una nueva forma de esclavitud del siglo XXI? ¿Acaso no estamos consintiendo esto en un país que ni mucho menos puede presumir de democracia?
Esto es lo que nos ha traído la globalización. La ignorancia y "no sé qué más" de los gobernantes mundiales -que ya han demostrado en ocasiones cómo la gestión de la mal llamada pandemia de las gripes aviar y porcina con la compra de millones de vacunas que por no ser necesarias hay ahora que "reciclar" con el consiguiente gasto público-, les ha hecho creer en la "panacea" que con el pretexto de la libre circulación de mercados, les han vendido las multinacionales, para trasladar la producción de los países desarrollados y democráticos del mundo a las nuevas zonas asiáticas, en las que las dictaduras campan a sus anchas y nada se sabe de la protección social que toda persona merece de sus mandatarios, no solo por obligación política, sino por dignidad humana.
Solo los consumidores podemos parar esto, con nuestra actitud responsable en la compra, y por supuesto, con nuestro voto.
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