Susto en Marcoule
El accidente en el complejo francés contribuye al rechazo de la opción nuclear
Al mediodía de ayer se produjo un accidente en el complejo nuclear de Marcoule (Francia) con el resultado de un trabajador muerto y cuatro más heridos, uno de ellos de gravedad. Dicho complejo no es una planta nuclear, sino una instalación dedicada al reprocesamiento de residuos radiactivos, siendo la causa del accidente una explosión en uno de los hornos donde se trabaja con restos metálicos de baja o muy baja actividad. Según las informaciones disponibles, no se ha producido ninguna fuga de radiactividad al exterior como consecuencia de la explosión y los daños están confinados en el interior del complejo. Se trata, por tanto, de un accidente de menor dimensión que otros producidos en centrales nucleares, sin los efectos a largo plazo para el territorio colindante y su población, tan costosos y difíciles de combatir como es el caso de los padecidos recientemente en Fukushima.
A pesar de su aparente modestia, este accidente amplificará el rechazo a la tecnología nuclear que ya produjo Fukushima, y que vino a quebrar una tendencia de progresiva aceptación de esta tecnología como una pieza importante en un futuro suministro energético a partir de fuentes bajas en carbono y, por tanto, como una parte de la estrategia de lucha contra el cambio climático. El accidente japonés ha producido una inflexión, que se ha manifestado en la decisión de Alemania de cerrar inmediatamente una parte de su parque nuclear y su totalidad a medio plazo; en la de Japón de mantener desconectadas una parte importante de sus plantas nucleares; en las dudas surgidas en países como Estados Unidos, o en la volatilización del plan italiano de construcción de instalaciones nucleares en los próximos años. Ha quedado claro que se puede prescindir de las centrales nucleares que han sido desactivadas, pero también que el precio es más emisiones de gases de efecto invernadero.
Las energías sustitutivas no están siendo las renovables, que necesitarán tiempo e inversiones para que alcancen el volumen requerido, sino que se ha incrementado la producción de electricidad procedente del carbón o del gas natural. A corto plazo, la experiencia muestra que el retroceso de la energía nuclear, basado en el hecho cierto de la extensión y la gravedad de las consecuencias que tienen los accidentes ocurridos en sus instalaciones, va acompañado del retroceso en la determinación para luchar contra el aumento de emisiones contaminantes a la atmósfera.
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