Paseo por la Tierra Media

Con una decena de videojuegos en el mercado, El señor de los anillos va en camino de convertirse en la licencia más explotada detrás de La guerra de las galaxias. Los hay de aventuras, de acción, de estrategia y con este Shadows of Angmar, también de rol masivo online. Todos se han vendido bien gracias al tirón de la obra de Tolkien, pero el que probablemente pasará a la historia es la nueva entrega creada por Turbine Entertainment, que no se ha limitado a aprovecharse comercialmente de la Tierra Media, sino que ha optado por construir una pieza de elevada factura para plantar cara a su máximo rival: World of Warcraft.

Se ha recorrido mucho camino en el género desde la aparición de Ultima Online y difícilmente puede revolucionarse. Ahora se trata de mejorar lo presente añadiendo pequeñas novedades que completen la experiencia. En Shadows of Angmar se traduce en la incorporación de Epic Quest, una aventura completa que sigue la historia como se relata en la trilogía literaria, pues la licencia se basa en los libros. Siguiendo los pasos de La Comunidad del Anillo, cada raza dispone de un relato completo, que le permite subir desde nivel 1 a nivel 50, en la que se encontrará con las situaciones y personajes del argumento literario. Legolas, Aragorn y Gandalf cruzarán sus caminos con el protagonista para ofrecerle búsquedas originales y variadas, lejos del continuo tener que matar monstruos de los clásicos juegos de rol masivos online. Esta faceta aporta mucho dinamismo gracias a las escenas preparadas previas o posteriores a la compleción de las gestas. Turbine se las ha ingeniado para que en un mundo plagado de jugadores de todas partes, unos no molesten a los otros mientras se sigue la aventura principal.

Cualquiera que se haya manejado en el género cogerá rápidamente las riendas de Shadows of Angmar. Los pasos son los típicos: creación de personajes, esta vez basados en las razas del libro como los Hobbit, los Enanos, los Elfos y los Humanos; para seguir con la elección de la clase, saliéndose en este caso de las clásicas de los juegos de rol, ya que no se puede ser mago, para respetar así la obra original, dado que sólo hay cinco magos oficiales en la Tierra Media.

Buena conexión

Las posibilidades de personalización permiten escoger desde el corte de pelo, al tamaño de las cejas o el color de los ojos. Eso sí, cada rasgo tiene sus limitaciones en función de la procedencia del personaje. Si un elfo es de Lorien será rubio, mientras que si viene de Lindon su pelo será más oscuro.

Se ha recreado gran parte de la Tierra Media, pues en esta primera entrega no se incluye Mordor ni Gondor. Si está la Comarca, Rivendel y Bree para ser exploradas. Lo cierto es que sólo por eso merece la pena a ojos de cualquier fan de El señor de los anillos. Se trata de una reproducción de los paisajes imaginados por Tolkien que dejan sin aliento, por su belleza, complejidad y extensión. Lugares como el Bosque Viejo, las verdes praderas que lindan con la casa de Frodo, las escarpadas montañas, todos repletos de fauna y vegetación cambiante según la hora del día, del clima o la estación, son dignos de admiración. Quien lo desee puede usar unas texturas en alta resolución para la representación de los materiales, sólo aptas para PC muy potentes, que son la guinda del pastel. Aparte de las misiones, que pueden hacerse en solitario o en grupo, cabe dedicarse a un oficio, gracias al cual se manufacturan objetos de primera necesidad que pueden venderse a precios muy altos, si uno se especializa y se convierte en un maestro.

Turbine ha demostrado que hace las cosas bien. El juego apenas tiene fallos ni ha pasado por graves problemas de conectividad por falta de previsión en el número de servidores. Aún no hay versión en castellano ni servidores en España, por lo que hay que dominar el inglés para saborearlo plenamente. Eso sí, pagando obligatoriamente los 13 euros de cuota mensual para seguir conectado al mundo de Tolkien.