A salvo de la crisis turística

El orgullo de Madrid se ha visto siempre mancillado por una carencia inevitable: el mar. Aunque el madrileño insista en que el verano de la capital tiene múltiples ventajas -ofertas culturales con pocas colas, zonas de ocio sin aglomeraciones- los envidiosos de la capitalidad recelan. Ahora, por fin, la región puede sacar pecho y decir que se equivocan. La afluencia de visitantes extranjeros, mientras se deteriora en las comunidades autónomas turísticas por excelencia, ha crecido en Madrid. Una de las principales razones es la transferencia de turistas cuyas vacaciones se basaban en el modelo sol y playa y que, con la crisis, optan por estancias más breves y con mayor contenido cultural.

Madrid depende menos de alemanes y británicos, que han reducido sus visitas

Casi la mitad de los foráneos vienen en viaje de negocios

La coyuntura actual ha hecho que numerosos turistas replanteen sus planes de descanso. Muchos reducen su período de vacaciones y deciden intensificarlo con visitas a una ciudad apetecible en vez de achicharrarse sobre la arena. "Junio siempre ha sido un mal mes para el turismo en Madrid. Pero ahora ha cambiado", explica el subdirector general de Turismo del Gobierno regional, Carlos Martínez.

Las cifras lo avalan. La encuesta Frontur del Ministerio de Industria, que analiza la entrada de turistas extranjeros en España, deja a Madrid en un gran y solitario puesto cuando se desglosa por regiones: en junio pasado un total de 421.736 viajeros decidieron dejarse caer por la Comunidad. Representa un 7,6% de visitas más que en el mismo mes de 2008. Y fue, de las grandes autonomías, la única que creció. Canarias recibió un 21% de turistas extranjeros menos, la Comunidad Valenciana un 14% menos, Cataluña un 15% y Baleares sufrió un descenso del 7%. La estadística no detalla todas las autonomías, sólo su media, que se colocó en un aumento del 2,3%. "Los turistas ven que pasan cosas en Madrid, que es una ciudad que se mueve, con mucha actividad", describe el subdirector general de Turismo del Gobierno regional.Y es que los logros estivales de la ciudad, su imagen aún asociada para muchos con la movida y el gran tirón de sus museos han logrado que el sofoco veraniego sea un mal menor para el viajero que quiere consumir cultura.

Madrid cuenta además con otra ventaja. No es tan dependiente de los mercados emisores de turistas tradicionales. España ha engrosado sus ingresos habitualmente gracias al Reino Unido y Alemania, que suponen casi la mitad de sus turistas. El primero vive ahora coartado por la devaluación de su divisa, la libra esterlina, y por ello cualquier viaje fuera de las islas británicas se encarece. El segundo sentía hasta hace poco en carne viva una de las recesiones más galopantes de Europa Occidental. Madrid tiene, según Turismo, otra jerarquía. Francia es el principal mercado emisor. La plata es para Portugal. Los vecinos lusos son el único país europeo contabilizado por Frontur que viaja más a España, con un aumento del 5,5% en junio. Los datos de ocupación hotelera muestran que los extranjeros representan la mitad de los turistas, mientras que el resto son viajeros españoles.

Las dificultades económicas afectan, sobre todo, a los que menos tienen. También son ellos los que se lo piensan más a la hora de viajar. Madrid, que cuenta con un turismo extranjero de clase media y media-alta, tiene mejor impermeable. De otra estadística de Industria, Egatur, que mide el gasto de los turistas, se deduce que los extranjeros gastan hasta 143 euros diarios en la región. Esta cifra supera cualquiera de las autonomías desglosadas. La media española está en 101 euros.

Pero hecha la ley, hecha la trampa. Los turistas gastan más dinero a diario en Madrid, sí, pero están menos tiempo. Sus vacaciones duran siete días y el gasto total no alcanza los 1.000 euros (se queda a tres euros de distancia). Otros ejemplos para la comparativa. El turista atraído por las islas Canarias se gasta 1.084 euros en su merecido descanso, y pasa una media de 10,3 días. En Andalucía y la Comunidad Valenciana, la estancia se prolonga hasta 12 días.

Pero más allá del favor que la coyuntura económica ha hecho a Madrid, la Comunidad se ha esforzado en ser competitiva. El presidente de la patronal de la Asociación Empresarial de Agencias de Viaje Españolas (AEDAVE), José Manuel Maciñeiras, explica que la instalación de nuevas bases de aerolíneas de bajo coste en el aeropuerto de Barajas ha dado un impulso al turismo. "Los vuelos low cost han multiplicado su frecuencia con la nueva T4 y los precios se han abaratado mucho", cuenta.

La puesta en marcha de esta terminal en 2006 ha facilitado la labor. Ryanair y Vueling se han sumado en los últimos dos años a Easyjet como aerolíneas de bajo coste con una base en Barajas. Durante el año 2008, este tipo de vuelos transportó a la capital algo más de 6,5 millones de personas, mientras que en 2007 no llegaba a los 6 millones. A cierre del año anterior, los pasajeros que utilizaban esta opción representaron el 13% del tráfico total.

Los vuelos más asequibles logran también que la capital se convierta en el lugar de entrada al país. "Muchos turistas que quieren ir, por ejemplo, a Córdoba, prefieren ahora pasar por Madrid en vez de volar directamente", prosigue Maciñeiras.

Y el ajuste del cinturón del sector no se limita a los aviones. Los hoteles se llevan la palma en las rebajas de precios. El índice de precios hoteleros que publica el Instituto de Estadística Nacional refleja que Madrid ha abaratado sus habitaciones en un 13,2% en lo que va de año. Sólo lo supera Aragón, con rebajas de hasta el 25%. La media nacional se limita al 6,5%. "Todas las autonomías se han esmerado en hacer más atractivas sus ofertas, pero Madrid lo ha llevado hasta tal punto que está en el límite de lo rentable", asume Maciñeiras.

Desde la Dirección General de Turismo indican que las arcas públicas también se han rascado los bolsillos. Si en 2003 el presupuesto de la Comunidad para la promoción turística ascendía a 3,5 millones de euros, el presupuesto para 2009 alcanza los 18 millones.

A pesar de todo, la frenética actividad de la región para incrementar las visitas turísticas no logra el mismo resultado a la hora de convencer a los extranjeros para que gasten más. La misma estadística Egatur refleja que el gasto medio por turista en Madrid fue un 12,7% menor que en igual periodo de 2008. Es, junto a la Comunidad Valenciana, la única cuyos visitantes han decidido gastar menos este año. La ciudad ingresó en este mes 417 millones de euros gracias al turismo, un 7,6% menos.

Y a la corte de viajeros de la ciudad hay que sumar una de sus fuentes principales: los hombres y mujeres de negocios. "Este turismo representa entre el 40% y el 50% del total", explica Maciñeiras. Madrid es la primera ciudad española receptora de ferias y congresos, aunque la crisis ha cancelado algunos. En el año llegan a acogerse unos 4.000 eventos en la ciudad, que reportan más de 800 millones de euros. El turismo de negocios hace que Madrid cierre también en positivo en términos semestrales.

En lo que va de año han entrado en la región 2,3 millones de visitantes extranjeros, dejándose por el camino 2.369 millones de euros. Esto supone un incremento de los turistas del 1,6% respecto al primer semestre del año 2008. También aquí desbanca a sus competidores autonómicos, cuyas caídas son todavía mayores que las mensuales.

Para Maciñeiras, Madrid ha forjado su éxito durante largo tiempo, y ahora empiezan a verse los resultados. "Crear una marca de destino es una labor de años", dice. La capital tiene la mayor densidad de museos y salas de exposiciones, más de 350, y ha ampliado su capacidad hotelera en los últimos años, uno de los problemas en la anterior candidatura para los Juegos Olímpicos.