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Reportaje:Segunda noche de violencia en Malasaña

Una respuesta muy contundente

El portavoz del PP en la Asamblea critica los "abusos policiales" y los agentes municipales se quejan de falta de medios

Han pasado ya las cuatro de la mañana. Asier llega con su cámara a la plaza de San Ildefonso. Ha estudiado dirección de documentales. Hace 20 minutos el centro de la plaza era una hoguera de tres metros de alto. Al llegar a las cenizas que quedan, ve cómo la Policía Municipal golpea a un grupo de gente. Empieza a grabar. Los agentes se fijan en él y empiezan a golpearle. Corre hacia la calle de Santa Bárbara.

"Tiradle, tiradle!" grita un policía. Asier se zafa de todos, pero se encuentra con un agente que subía por dicha calle. Le para. Le empuja contra la pared. Los que le perseguían llegan rápido. Le rodean. Empiezan a golpearle con las porras. Le dan en el estómago. Se dobla. Intenta huir, pero le siguen dando. En su cara se ve miedo. Le dan patadas. Le insultan y se van. Se toca la cabeza. Sangra. Aparece otro agente. Le pega una patada en el costado. Asier no puede respirar y se ahoga. Camina haciendo eses. Lanza un grito de rabia. Los policías le han quitado la cámara. Tiene el pulgar derecho fracturado y una brecha de seis centímetros en la cabeza.

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Dos de Mayo de 2007

Asier fue uno de los que sufrió una reacción policial que, a juicio de algunos, resultó desmesurada en ocasiones. Uno de los más críticos fue el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta. "La policía nacional no ha actuado correctamente y ha habido abusos policiales en relación con las imágenes que he visto en televisión. Hay métodos más razonables para hacer cumplir la norma que esas cargas policiales, con decenas de heridos, que no dicen nada bueno en cuanto al modelo policial del PSOE ni de la gestión de la delegada del Gobierno en Madrid", afirmó Beteta a Servimedia.

La delegada del Gobierno, Soledad Mestre, recordó por su parte en la fiesta de la Comunidad de Madrid que los incidentes los iniciaron jóvenes que habían estado bebiendo alcohol durante toda la noche y que degeneraron en el destrozo del mobiliario urbano y en violentos disturbios. Mestre también recordó la estrecha colaboración entre la Policía Municipal y el Cuerpo Nacional de Policía. "Son hechos que suceden en cualquier ciudad, pero en Madrid por suerte no demasiado frecuentemente", concluyó la delegada.

Sin embargo, los jóvenes atacantes tampoco se quedaron atrás y los policías pasaron momentos de gran tensión. Tras la bronca inicial, en la que tiraron decenas de botellas contra los agentes de la plaza de Dos de Mayo, en la calle de la Palma hubo una auténtica lluvia de ladrillos contra los antidisturbios. Éstos tuvieron grandes dificultades para controlar la situación. Las piedras procedían de un edificio en construcción. Los chavales tampoco dudaron en lanzar todo objeto contundente que encontraban. También volcaron contenedores, rompieron cabinas y quemaron lo que hallaron a su paso.

El secretario general del sindicato Unión de Policía Municipal (UPM, 2.300 afiliados), Demetrio Pérez, criticó la falta de medios de los agentes locales para enfrentarse a los graves disturbios que tuvieron que afrontar. "Es una vergüenza que tengan que utilizar los cascos de las motos, que vayan sin protección cuando hay unos altercados tan serios. También se echó en falta que hubiera un mando, como el inspector jefe [máximo responsables de la Policía Municipal] o algún inspector que asumiera el mando. No estamos preparados para asumir retos como el de Malasaña", concluyó Pérez.

Un grupo de policías municipales rodea a un joven caído en el suelo, al que intenta quitar una muleta, en la confluencia de la calle de la Palma y Corredera Alta de San Pablo.
Un grupo de policías municipales rodea a un joven caído en el suelo, al que intenta quitar una muleta, en la confluencia de la calle de la Palma y Corredera Alta de San Pablo.CLAUDIO ÁLVAREZ
A la izquierda, un policía municipal lesionado en la calle de San Andrés. A la derecha, Asier, de pie, antes de ser trasladado al hospital por el Samur.
A la izquierda, un policía municipal lesionado en la calle de San Andrés. A la derecha, Asier, de pie, antes de ser trasladado al hospital por el Samur.C. Á.

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