Tres locales nocturnos más se añaden al cerrojazo
El ritmo de cierres es normal, afirma el Ayuntamiento - Los empresarios creen que son "oportunistas" y piden licencias tramitadas como la ITV
Se ha abierto la veda. En 10 días, el tiempo transcurrido tras la muerte de Álvaro Ussía a manos de los porteros de la discoteca Balcón de Rosales, el Ayuntamiento ha cerrado ocho locales de ocio nocturno. A los tres últimos les puso el precinto entre la noche del lunes y ayer. Todos por irregularidades en su licencia. Una escalada de clausuras que, según fuentes municipales, y en contra de las consignas de tolerancia cero que se hicieron el viernes desde algunos sectores del consistorio, no responde a ninguna orden del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.
"Se cierran los mismos bares ahora que antes", explicó un portavoz municipal. IU, el PSOE y los empresarios de la noche no tragan con ese argumento. "Somos sus chivos expiatorios. Utilizan complicaciones burocráticas que quedaron de relieve con el Caso Guateque [la mayor trama de corrupción que afectaba a la tramitación de licencias] para poder achacarnos cualquier cosa de las que ocurra en la noche", comentaba un conocido empresario de ocio nocturno madrileño en un simposio que se celebra estos días en Madrid sobre el sector. "Es muy oportunista".
El portavoz de la Asociación de Empresarios de Ocio Nocturno (Eco), Vicente Pizcueta, dice que en la reunión de hoy con el Ayuntamiento pedirá que las licencias se tramiten como una ITV, "con unas empresas certificadoras que agilicen los trámites, como un notario".
Los últimos dos locales precintados son el Top Hat, en el 131 de La Castellana (Tetuán), y conocido también como Penthouse Club, y el Drimagos Latino, en Latina. El primero no tenía licencia de funcionamiento. El otro se vio envuelto en febrero en una macro redada por temas de inmigración.
Ahora la Concejalía de Medio Ambiente, que ha ejecutado el precinto, ha considerado que vulnera los niveles máximos de ruido. Además, la noche del lunes, Randall (un local de música latina de Moncloa), también fue clausurada por la junta.
La publicación en la prensa internacional del asesinato de Álvaro Ussía ha tenido "unas consecuencias aplastantes" para la imagen del turismo de ocio nocturno en la región, según declaró el subdirector de Turespaña, Javier Rodríguez Mañas en el simposio. "Nuestros competidores europeos en ocio nocturno están presentando un Madrid violento, tenso y peligroso para los jóvenes".
En cuanto a la discoteca Randall, "se detectó que funcionaba más como discoteca que como bar de copas, que es para lo que estaba autorizada. No tiene denuncias, pero sabíamos que alargaba el horario de cierre. Le requerimos para que presentara la licencia y, como no lo hizo, el 11 de noviembre se le mandó el precinto", argumentó el concejal de Moncloa, Álvaro Ballarín. El responsable de tramitar las licencias de Randall, Miguel Ángel Rubio, indicó que solicitó la licencia como "sala de fiestas" el 5 de noviembre. "Recibimos una notificación de precinto para el día 11 por falta de licencia y por ruidos. Alegamos en un recurso el día 6, diciendo que el documento estaba pedido y que las mediciones de ruidos estaban mal hechas y se suspendió el precinto. Pero ahora clausuran", lamentó Rubio. Este periódico trató ayer de hablar, sin éxito, con los responsables de las otras dos salas.
"No es raro que cierren tres locales en una semana. Lo raro es la oleada que estamos viviendo", lamentó ayer Pizcueta, portavoz de Eco. "El sistema falla: es el Ayuntamiento el primero que tiene que cumplir la ley", aseguró, en relación a la dificultad para obtener licencias. "Los procedimientos no tienen plazo definido y pueden pasarse años abiertos, sin que los empresarios tengamos seguridad jurídica".
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