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Elecciones 27M

Los arquitectos dicen que el Ayuntamiento insistió en cambiar el uso del Beti Jai

El frontón es uno de los dos edificios que la testaferro de Roca quiso convertir en hotel

La representación del Colegio de Arquitectos en la Comisión Institucional de Patrimonio Histórico Artístico y Natural, CIPHAN, aseguró ayer en un comunicado avalado por el decano Ricardo Aroca y la Junta Directiva de su Colegio profesional, que "el Ayuntamiento planteó con insistencia el posible cambio de uso del edificio Beti Jai". Pilar Martínez, concejal de Urbanismo, negó que tal supuesto cambio de uso prosperara.

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Miguel Sebastián, candidato del PSOE, había preguntado en el debate electoral al alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, si tuvo relación con personas vinculadas a este frontón. Se trata de la instalación deportiva más veterana de Madrid, con máxima protección urbanística. Los arquitectos - que cuentan con voz sin voto en la CIPHAN- admiten implícitamente que aceptaron el cambio de uso de la instalación, pero afirman que actuaron así para que "el nuevo uso en ningún caso alterase los importantes valores históricos y tipológicos del frontón". Ubicado en Chamberí, en Marqués del Riscal, 7, su superficie es de 3.600 metros cuadrados y su aforo de 2.500 personas, aunque se halla en estado prerruinoso.

En cuanto al palacio de Villagonzalo, "los representantes del Colegio han defendido en todo momento la integridad del edificio y sus valores y, de hecho, han estado en oposición a varias decisiones adoptadas", -hubo rechazo al jardín, a las obras en subsuelo, a las cubiertas-por considerar que "podían menoscabar el valor del conjunto, así como han echado de menos un control efectivo de las obras que allí se están realizando".

El frontón Beti Jai fue ideado en 1893 por el arquitecto Joaquín Rucoba. Se hallaba en desuso desde 1924. En agosto de 1998, la Comunidad planteó rehabilitarlo y destinó a ello 50 millones de pesetas. No prosperó.

En 2003, el Ayuntamiento se propuso expropiarlo para su rehabilitación. "Súbitamente", reconoce una fuente de la CIPHAN consultada "una empresa a la que Montserrat Corulla se hallaba vinculada, quiso adquirirlo". Los miembros de esta comisión visitaron el frontón en compañía de la propia Corulla el 5 de octubre de 2005. "Pese a su juventud, ella alardeaba de hallarse muy respaldada", reconoce una persona integrada en la CIPHAN. Inmediatamente después de aquella visita, "hubo una entrevista con Pilar Martínez en un acto público que se celebraba en las Torres Blancas en homenaje al arquitecto Sáez de Oiza". A partir de entonces, la comisión mixta Comunidad, Ayuntamiento y Colegio de Arquitectos, que preside Javier Hernández, director general de Patrimonio de la Comunidad y que cuenta con técnicos municipales y comunitarios, comienza a recibir indicaciones de modificar el uso del frontón. Los nuevos propietarios querían construir un hotel de lujo. El arquitecto Rafael Moneo ideó un anteproyecto -homotecia en vacío- que incorpora 2.000 metros cuadrados de edificación y un gran estacionamiento subterráneo. En la CIPHAN el asunto no estaba claro: la ley de Patrimonio impide introducir edificación alguna. Moneo desistió. "Fuimos avisados de que el Ayuntamiento apremió al CIPHAN para que resolviera cuanto antes", reconoce Ricardo Aroca.

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