Tridimensional
Entre horas de trabajo y momentos de asueto paso al día más horas frente a la pantalla del ordenador que despegado de ella. Tanta sobredosis de píxeles ha afectado de alguna manera a mi cerebro haciendo que perciba mejor las imágenes digitales que las reales, y a raíz de esto ha llegado un momento en el que me quedo frío viendo a un político cortando la cinta de la última infraestructura inaugurada, mientras que al mismo tiempo alucino viendo la recreación virtual de obras que son sólo puntos de un programa electoral, que a pesar de no estar ni presupuestadas ni aprobadas me permiten ver con el mayor de los realismos de la infografía tridimensional lugares inexistentes como un Villaverde con oceanográfico, un Manzanares con parque, una Castellana con tranvía o una Gran Vía sin coches.
Los adelantos de la informática también permiten que Miguel Sebastián ofrezca no sólo un programa electoral, sino uno para cada madrileño. Introduciendo en su web datos como la edad, sexo o distrito del votante, se le muestran acto seguido las promesas que puedan resultarle de interés. La idea es buena, pero lo ideal sería que al introducir en el ordenador nuestros datos no nos diera un programa electoral personalizado, sino que obtuviéramos, en forma de personaje virtual, al candidato más acorde con cada uno de nosotros.
Y no es una idea descabellada. Ya hay políticos, como Llamazares, que tienen sus dobles en el videojuego social Second life. En vista de que tenemos candidatos tan irreales que dan la vuelta a una manzana en bici cuando confiesan llevar tres décadas sin pedalear, que viajan ahora en metro cuando todas las mañanas van al tajo en coche oficial, o que van a por fruta al mercado cuando siempre les hace la compra la doméstica, casi que prefiero estrenarme como votante madrileño dándole mi voto a un personaje en tres dimensiones, que al menos es más auténtico.
www.gorkalimotxo.net/blog
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