Sonidos del futuro, aparatos del pasado
Una exposición de sintetizadores analiza la revolución de la música electrónica
La inquietud por descubrir timbres nuevos, sonidos inauditos, ha funcionado como motor en la historia de la música. De los cantos gregorianos de la Edad Media, al pop o al rock del siglo XX, pasando por las sinfonías de Mozart o Haydn, hemos llegado, a finales del siglo pasado, a la música electrónica. Quedaba atrás una producción de sonidos basada en cajas y cuerdas, en instrumentos de viento o en voces humanas, y se empezaban a crear sonidos mediante la manipulación directa de corrientes eléctricas. Corrían los años veinte y nacía un nuevo instrumento: el sintetizador, que no se popularizaría hasta los años sesenta.
A sus pechos crecieron grupos como Pink Floyd o Depeche Mode, y sus aplicaciones dieron lugar a bandas sonoras inolvidables como la de Blade Runner,compuesta por Vangelis o a voces que pasarán a la historia del cine y, con ella, a la de la humanidad, como la del entrañable R2D2 en Star Wars. Desde hoy, algunas de esas piezas, concretamente 16, de hasta 100 kilos de peso, pueden verse en una exposición promovida por la Sociedad General de Autores (SGAE) en una de sus tiendas, Tramart. Los 16 sintetizadores que componen la muestra -todos de la época dorada de fabricación de estas máquinas, entre 1960 y 1980- tienen un único dueño: el compositor Luis Carlos Esteban (Burgos, 1958), que no oculta el carácter reivindicativo de esta exposición: "En España hay muy poca gente interesada por estos aparatos, muy pocos puristas de la música electrónica capaces de distinguir entre un instrumento musical y una herramienta, que es en lo que se han convertido en los últimos tiempos estos aparatos por la producción industrial de los mismos: se ha perdido el interés por la búsqueda de sus capacidades musicales, por el descubrimiento de sus posibilidades", explicaba ayer Esteban durante el montaje de la exposición y recordando algunos de los grupos españoles -Trastos, Tino Casal, Olé Olé, Alaska...- que se valieron durante toda la época de La Movida madrileña de esos instrumentos que con tanto celo y cuidado ha conservado durante años: "Son piezas únicas, a lo mejor hay 150 en todo el mundo de algunas de ellas, porque han sido sustituidas o han caído en desuso; ahora sólo te hacen máquinas así por encargo, todo se ha comercializado, se ha implantado la economía de escala: o sea, se quiere vender más de menos calidad".
En la muestra puede verse el aparato que dio voz al entrañable R2D2 de 'Star Wars'
El desarrollo de los primeros sintetizadores se produjo en los laboratorios de electrónica de las universidades de Estados Unidos a principios de los sesenta del pasado siglo, como un intento de satisfacer las demandas de los nuevos estilos musicales, como el rock progresivo. Algunos pioneros como Bob Moog construyeron prototipos e hicieron demostraciones, aunque eran vistas como algo experimental y elitista. Luego aquello supuso una revolución en la música a base de módulos, corrientes y enchufes... Modelos que ahora pueden verse y probarse en Madrid.
Sintetizadores. Abdón Terradas, 3. Tienda Tramart. De 10.00 a 20.00.
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