Madrid será menos exigente con los porteros que Cataluña
Una prueba psicotécnica y un examen de conocimientos bastarán para ejercer
Las personas que quieran ejercer como porteros en locales de ocio y discotecas de la región lo tendrán más fácil que en Cataluña. El reglamento que presentó ayer la Comunidad recoge que bastará con pasar una prueba psicotécnica y un examen de conocimientos para conseguir la habilitación y estar en las puertas en los bares de copas. Estas medidas se quedan cortas si se comparan con las de Cataluña, donde es necesario un curso de formación de 40 horas que incluye primeros auxilios, medidas de seguridad en los establecimientos y regulación del derecho de admisión, entre otras. El nuevo reglamento de la Comunidad estará listo en unos cuatro meses y necesitará de un informe del Consejo Consultivo.
"Ahora hay una demanda social", dice el consejero tras tres muertes en un año
En Cataluña se dan clases teóricas y prácticas que cuestan 250 euros
Para ser portero será necesario tener más de 18 años, ser español o tener permiso de residencia o de trabajo, carecer de antecedentes penales y superar dos pruebas en la Academia de la Policía Local: un examen similar al que pasan los aspirantes a agentes municipales y un examen sobre conocimientos básicos, que incluirá preguntas sobre derechos fundamentales y libertades públicas, medidas de seguridad, el régimen jurídico de los menores y los horarios de cierre. Después, la Academia emitirá una licencia que habilitará para trabajar en este sector en un periodo de cinco años. En la actualidad hay unos 8.000 porteros de discoteca en Madrid.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, justificó la redacción del reglamento: "Ahora se ha dado una demanda social que el Gobierno regional tiene la obligación de atender. Esa demanda se ha visto en los compañeros del fallecido, en los medios de comunicación y en la propia sociedad". En lo que va de año han muerto tres personas por ataques de porteros de locales.
El decreto catalán, que se aprobó en 2004 tras la muerte dos años antes de un inmigrante ecuatoriano en un complejo de ocio barcelonés, define a los porteros de discoteca como "personal de control de acceso". Su trabajo consiste en eso, en hacer de filtro en la puerta: controlar que no se exceda el aforo permitido, comprobar que los clientes sean mayores de edad, informar a los vigilantes de seguridad, si los hay, o a la policía si se produce alguna alteración del orden público en la cola, etcétera. La Generalitat homologó a más de 50 centros de formación que imparten el curso de 40 horas por una media de 250 euros. Consiste en dos partes: una de conocimientos teóricos de 25 horas, que culmina con un examen tipo cuestionario, y otra práctica de 15 horas.
Los aspirantes a portero estudian desde los artículos de la Constitución que hablan de los derechos fundamentales de la persona hasta la normativa sobre armas en locales públicos. La parte práctica incluye un curso de primeros auxilios, técnicas de autocontrol y defensa personal y estrategias para aprender a lidiar con los clientes. La prueba práctica se basa en "analizar, reaccionar y resolver positivamente una situación conflictiva simulada" que pueda plantearse en una puerta de discoteca.
Hasta ahora, la Generalitat ha expedido 2.605 carnés que habilitan para trabajar como personal de control de acceso, según su Departamento de Interior.
El reglamento de la Comunidad prevé multas para los empresarios que incumplan la norma y no contraten a personas con la habilitación para porteros.
El sindicato de trabajadores de seguridad privada Alternativa Sindical criticó ayer el contenido del decreto madrileño. Cree que no va a tener utilidad.
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