Clausurada la segunda clínica abortista en cuatro días
Sanidad remite a 4.000 mujeres al año a centros privados
La Consejería de Sanidad decretó ayer la suspensión cautelar de la actividad de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) de la clínica Mayrit, situada en la calle de Toledo. Es el segundo cierre decretado por Sanidad en una semana, tras el de la clínica CB Medical el pasado lunes. En la región existen siete clínicas privadas que realicen IVE. En 2006, Sanidad les remitió (y financió) 4.021 abortos, mientras que en los hospitales públicos sólo se realizaron 282.
La actividad del Mayrit supone, según Sanidad, "un riesgo inminente y grave para la salud de las personas", después de que una inspección hallara hace dos días 48 informes clínicos firmados en blanco por un psiquiatra y 15 historias clínicas de abortos supuestamente irregulares. Sanidad cree que los hechos podrían incumplir la ley, por lo que ha remitido el caso a los juzgados de la plaza de Castilla.
José Luis Sanz, abogado de Mayrit, calificó por la tarde de "aberración" la actuación de Sanidad. "La clínica lleva más de 20 años trabajando y este mismo año hemos sido sometidos a seis inspecciones sin ningún problema", afirmó el letrado.
48 informes irregulares
Los 48 expedientes están firmados y sellados por un psiquiatra y en ellos se dictamina que el embarazo supone un riesgo para la salud psíquica de las pacientes. Estos informes, según la ley, debe firmarlos un psiquiatra tras entrevistarse con la mujer. Para Sanidad, el hecho de que los campos de datos personales estén en blanco indicaría que la clínica ha convertido el informe psiquiátrico en un mero trámite en el que se añadían los datos personales de la mujer a un documento estándar.
Sanz, por su parte, aseguró que "es posible que algunos médicos firmen papeles en blanco para luego rellenarlos". "No lo sé, porque cada uno se organiza como quiere o puede. Pero sacar de esto que la clínica incurre en un delito es una barbaridad", aseguró el letrado del centro.
Sobre las historias clínicas, Sanidad asegura que las encontró "atadas con una goma y con una nota para mandar a destruir". La versión del Gobierno regional es que se trata de historias completas, con todos los informes, desde las pruebas preoperatorias, el aborto y el alta de la paciente, firmados por médicos de Mayrit y con membretes de la clínica. Los abortos no figuraban en los libros de quirófano y una trabajadora señaló a los inspectores que no se habían llevado a cabo en la clínica. Sanidad cree que todo esto puede indicar que la clínica llevaba a cabo abortos fuera de la ley.
El abogado del centro lo negó: "Son informes de pacientes que han acudido a la clínica, se han sometido a algunas pruebas y al final, por la razón que sea, no han abortado. Por eso se destruyen", concluyó.
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