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Chapuza en la elección del logo olímpico

El Ayuntamiento no controla los fraudes en la votación popular de la imagen de Madrid 2016 - . Los diseñadores denuncian que el resultado de un concurso abierto será un emblema sin calidad

Daniel Verdú

Y al final, ganó el que movilizó a más amigos. O el que convenció a más gente con más mails o sms masivos. O el que se inventó cualquier truco para burlar los controles de una consulta popular. Este podría ser el desenlace del concurso público que ha organizado el Ayuntamiento para elegir el logotipo de la candidatura olímpica de Madrid 2016, que precisamente se hizo ayer oficial. Podían presentarse profesionales y aficionados. Se recibieron 2.700 propuestas. Había de todo. Y un comité eligió 10 proyectos para que los ciudadanos los redujeran a tres en una consulta popular.

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El problema es que el control de la votación, que empezó hace dos semanas, es casi nulo. Por Internet, se puede votar tantas veces como cuentas de correo electrónico se tenga. Se han emitido más de 70.000 votos. Pero no es posible saber cuántas personas han votado. Además, el concursante que quiera aumentar sus sufragios puede apuntar el DNI de sus amigos y votar por ellos, según han reconocido a este periódico dos participantes.

Otro aspecto sorprendente de la votación es que el Ayuntamiento no comprueba en el escrutinio si el DNI y el nombre del votante son reales. Un nombre y un número son suficientes para votar. "Los datos no se comprueban en ninguna consulta popular. La incidencia que puede tener en el resultado de la votación es mínima", dice un portavoz del consistorio.

Tampoco se ha guardado el anonimato de los concursantes y ellos mismos se han quejado del sistema. "Es un problema que encontramos desde el primer día. Dijimos que no nos parecía bien que no se pueda controlar la votación. Pero, llegados a este punto...", explica uno de los aspirantes, que reconoce haber votado con DNI de familiares, mandado sms y correos electrónicos masivos y colgado vídeos en Internet para promocionar su diseño.

Quizá esta flexibilidad sea normal en una consulta popular, pero el debate que han abierto los diseñadores es que, también, quizá, este logotipo, que será la imagen gráfica de Madrid en el mundo los próximos dos años, no debiera elegirse así. "La creación de un logo requiere un proceso de diálogo con el cliente. El sistema que han utilizado crea un efecto perverso porque se devalúa una de las piezas de mayor sofisticación del diseño. A Madrid no le conviene cualquier logo", denuncia Manuel Estrada, presidente de la asociación Diseñadores de Madrid (DIMAD).

Estrada cita como modelo positivo el proceso de selección del logotipo del Fórum 2004. "Se analizaron 30 currículos de estudios. Se seleccionaron 10 y se pagó 6.000 euros a cada uno para desarrollar un proyecto. Y un jurado, que desconocía la identidad de los finalistas, eligió al ganador". Ahora, la votación popular, que finaliza el próximo 23 de septiembre, arrojará tres finalistas; el ganador lo seleccionará un jurado de "expertos", cuya composición incluye a periodistas deportivos, políticos, miembros del COI, agencias de publicidad y sólo dos diseñadores gráficos. Se llevará 30.000 euros y los dos finalistas, 5.000 cada uno.

"Es un gesto populista irrelevante. Salga lo que salga de ahí tendrán que dejarlo caer en el silencio o ponerlo en manos de un profesional para que lo dirija y lo desarrolle", advierte el diseñador Alberto Corazón. "Imagino que la oficina olímpica no tomará el resto de decisiones así, haciendo un llamamiento urbi et orbi y luego que vote al pueblo soberano. Es una mala noticia para el diseño madrileño que este símbolo gráfico soporte tanta banalidad", insiste.

A otro participante, que también reconoce que ha utilizado los DNI de familiares y amigos, el sistema no le parece tan malo. "Pero creo que han puesto tan pocas trabas en la votación para asegurarse un éxito en la participación. Quizá por eso no ha sido, digamos, tan limpia", explica. "Aunque no creo que tenga tanta trascendencia".

El Gobierno de España se inventó hace unos meses una iniciativa parecida para elegir el diseño de su imagen. También por concurso abierto. Recibieron 320 bocetos. La idea fue polémica. Hubo incluso, como ahora, acusaciones de plagio. El ganador se parecía demasiado a la imagen del gobierno de Alemania. "Eso ha terminado en la convocatoria de otro concurso para profesionales, para hacer más propuestas", recuerda Estrada.

Un portavoz de la Oficina Olímpica explicó ayer que si Madrid obtiene la organización de los Juegos, el logotipo que se utilice no tiene porque ser el mismo. "Entonces se barajaría la posibilidad de contratar a profesionales", explicó.

Expositores donde se exhiben los logotipos que concursan para ser la imagen de la candidatura olímpica de Madrid 2016 en la plaza de Cibeles.
Expositores donde se exhiben los logotipos que concursan para ser la imagen de la candidatura olímpica de Madrid 2016 en la plaza de Cibeles.B. PÉREZ

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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