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Reportaje:

Brecht cantado en gallego

'La ópera de los tres reales' convierte en muy actual el Londres decadente de 1928

Una ópera que no es ópera, una historia lejana que parece estar de rabiosa actualidad, unos antihéroes delincuentes que despiertan la simpatía del público y una crítica al sistema económico y político. Esos son los ingredientes que ha subido a las tablas del Fernán Gómez el Centro Dramático Galego en La ópera de los tres reales, la descarada pieza a caballo entre el musical y el teatro que idearon a principios de siglo Bertolt Brecht y el compositor Kurt Weill, que vistió la pieza de cabaret, jazz y decadencia.

La historia, que sacude un Soho londinense en el que los mendigos forman una compleja red dominada por un tirano que se lleva sus ganancias, no les sonará descabellada a los habituales del Teatro Real. Mucho tiene que ver este montaje con el Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny de la pasada temporada, de los mismos autores y con la misma crítica: el sistema está al borde del precipicio.

La obra lanza un aviso muy presente: el sistema está al borde del precipicio
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"Estoy muy contento de comenzar en Madrid la gira por provincias", dice con sorna el director de escena, Quico Cadaval, aludiendo a que la obra se estrenó en Santiago el pasado junio. Nadie dudará del origen gallego del montaje ya que, aunque los diálogos son en castellano, se han mantenido las canciones en gallego. El director ha querido innovar en esta ocasión, "siendo muy respetuoso con el texto", aunque para ello ha eliminado una escena que le parecía que "no venía a cuento", la de la coronación de la reina Victoria, por otro evento de mucha más actualidad: una hipotética visita del Papa a un Londres tomado por los mendigos.

"¿Qué es el asalto de un banco comparado con la fundación de un banco?", se pregunta Mackie Navaja, el macarra y despiadado asaltador al que da vida Luis Tosar. En la escena lo acompañan prostitutas, mendigos harapientos, policías corruptos y gente de mal vivir... Pero todo cambia el día en el que se enamora de Polly Peachum, la hija del rey de los mendigos que encarna la actriz Muriel Sánchez.

Otro gran atractivo es la orquesta en escena: un conjunto de ocho músicos -aunque Weill exigía siete- para tocar 23 papeles bajo las órdenes del joven director musical Diego García Rodríguez. El escenario no tiene relación con nada, aspira a ser un lugar neutro. "Podría tener un aspecto naval... para aquellos que no viven en puerto de mar", concluye Cadaval.

La ópera de los tres reales, de Bertolt Brecht y Kurt Weill. Centro Drámatico Galego. Del 21 al 31 de julio en el teatro Fernán Gómez (Colón). Entradas: 22 euros.

Un momento de la representación de <i>La Ópera de los tres reales</i>.
Un momento de la representación de La Ópera de los tres reales.

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