Bienvenidos a Bollywood

Va a empezar la clase de Bollywood en el centro El Horno de Tirso de Molina y Salomé, con un sari rojo y dorado, reparte a sus nueve alumnas un racimo de pulseras de eléctricos colores. El atuendo de éstas -bombachos étnicos y faldas vaporosas conviven con lo último en ropa fitness- se completa con un tercer ojo, una pegatina circular que la profesora coloca en la frente a las alumnas.

Entonces se pone en marcha el loro y al grupo aficionado, que actuará en Lavapiés en el mes de junio, se le van solos los pies con la música. Son una mezcla de las Bangles y adoradoras del dios Shiva. Los ritmos machacones y alegres de Bollywood animan a contonearse y a mover los brazos, así que el tintineo de sus brazaletes es constante. Por algo en el musical de moda la protagonista explica a su enamorado: "El sonido de las pulseras me recuerda a ti".

Sikta Devi, Gemma Velasco y Graziella Negri también imparten clase de este sugerente baile, fusión de danza clásica india, popular, árabe y hasta del pop occidental. "Me da miedo que ocurra como con la danza del vientre, que se ponga tan de moda que al final cualquiera dé clase", se preocupa Salomé, que estudió en Bombay.

Menos temerosa parece Sikta Devi, de Aula 11, más purista y bailarina de danza clásica india. "Rara vez tengo alumnas nativas. Viene gente muy atraída por la cultura india, por el yoga y algunos actores. Porque la danza india, sobre todo la clásica, tiene un gran componente teatral", comenta Sikta, que huye de lo popero. Lo suyo son las coreografías de los primeros años del cine indio. La demanda es tanta que organiza cursos intensivos en la sierra madrileña.

Cada mes, el Club Masala organiza en Madrid fiestas propias de una discoteca de Bombay, y el pasado diciembre celebraron su primer festival. Además, los vecinos de Lavapiés han programado para el 7 y 8 de junio BollyMadrid. "Se proyectarán películas como en un cine de verano, actuaremos, habrá un mercadillo...", enumera Salomé. En un paseo por ese barrio es fácil toparse con locutorios que venden por cinco euros y alquilan por dos DVD de la meca del cine indio. Hasta hay una tienda de ropa, Art of India, que tiene un espacio específico de Bollywood.

Pero antes que BollyMadrid tendrá lugar el VII Festival de Cine Indio de Madrid, Imagine India, más ambicioso que nunca y al que completa una exposición en la Academia de Cine. "Nosotros nos centramos más en el cine social, en esta ocasión en el femenino. Y sí que proyectaremos algo de Bollywood -Mithya, No smoking y Life in a metro, por ejemplo-, pero hecho por jóvenes que no llegan a los 30 y que usan ese lenguaje pero en historias con argumento", sostiene el guionista Qazi Abdur Rahim, director del certamen, abierto también a filmografía asiática y árabe, y con rostros conocidos como Verónica Forqué, Antonia San Juan o Guillermo Fesser en el jurado.

"Me prometí que haría algo bueno en Madrid y lo he conseguido. Es el festival indio más grande de Europa. En Florencia ponen ocho películas en un solo pase y lo llaman festival, cuando deberían decir muestra. En Madrid veremos 61 películas en dos y hasta tres pases", se enorgullece. Hasta Kabir Bedi, el mítico Sandokán, le dará la bienvenida a Bollywood.