"Almodóvar es más importante que el Rey de España"
Figura entre los compositores más relevantes del último cuarto de siglo, pero Ryuichi Sakamoto (Nakano, Tokio, 1952) conserva una curiosidad inabarcable por todo lo que le rodea; tanta, que casi comprende el castellano sin haber recibido jamás una sola lección. Fundador de la mítica Yellow Magic Orchestra, autor de bandas sonoras inconmensurables (Feliz Navidad Mr. Lawrence, El último emperador, Tacones lejanos), creador de la música inaugural en los Juegos Olímpicos de Barcelona o ideólogo de las tendencias sonoras más contemporáneas, este hombre de modos exquisitos, humor amable y sonrisa burlona comparece esta noche en el Festival de Otoño con sus dos nuevos discos, de publicación simultánea: Playing the piano y Out of noise. Se dice "en el otoño de la vida", pero encara el invierno con la agenda a rebosar: prepara un concierto para orquesta y koto (un instrumento tradicional japonés de 17 cuerdas) y la banda sonora de Norwegian wood, la película basada en la célebre novela de su paisano Haruki Murakami.
"Tengo un politono en el móvil que creé exclusivamente para mí, sólo lo tengo yo"
Pregunta. ¿Cómo convencernos de que el concierto de un hombre solo al piano no es una propuesta aburrida?
Respuesta. Cualquiera es muy libre de pensarlo, pero no comparto esa opinión. Yo mismo voy a conciertos de pianistas, incluso de intérpretes de clavicordio... y los resisto bien. El concierto es aburrido si la música es mala, con independencia de que la interprete un solista, una orquesta de cámara o un grupo de rock.
P. ¿Una buena melodía es aquella que se puede silbar?
R. Casi siempre, pero no es la condición indispensable. Aunque no sería capaz de silbar a Pierre Boulez, le aseguro que es muy bueno. Y en cambio cualquiera puede silbar el tema central de El padrino. Y lo hemos escuchado en demasiadas recepciones de hotel como para no habernos hartado de él...
P. Presume de hogareño. ¿Con qué música se levanta en casa?
R. No soy hogareño, sino perezoso. Como aborrezco los aeropuertos, prefiero el calor del hogar. Y allí escucho de todo, desde música medieval a tecno, ritmos africanos o sonidos del polo norte y sur. Lo único que no soporto es el country. Parece que Kenny Rogers es un tipo afable, pero nunca tendré un disco de él.
P. ¿Le han preparado algún planazo nocturno para su estancia madrileña?
R. Qué va. Tras el concierto salimos en autobús para Santiago de Compostela. Es un vehículo de dos plantas, con 14 camas, DVD y hasta Playstation, pero... no lo definiría como un gran plan.
P. Hable con Almodóvar y que le organice algo...
R. Con él ya experimenté la maravillosa locura de la noche madrileña, pero no sé si esta vez vendrá a verme. Es un hombre más ocupado e importante que el Rey de España. O que la Reina.
P. ¿Le enorgullece ser icono gay?
R. Desde luego. Sólo en lugares como Tejas no comprenden que la libertad sexual forma parte de las decisiones personales. ¿A quién se le ocurre, a estas alturas, limitar por ley la vida privada de las personas? Me alegro de que España figure a la cabeza en las conquistas sociales por la igualdad de los homosexuales.
P. Como usted se besó con David Bowie en Feliz Navidad Mr. Lawrence, igual tiene mano con él para convencerle de que vuelva a los estudios de grabación...
R. Me encantaría, porque yo también espero con ansia algún nuevo disco suyo. El problema es su entorno: se rodea de tantos ayudantes y colaboradores que resulta complicado comunicarse con él. Mi amigo David Sylvian es un hombre afable y natural, pero Bowie ejerce de superestrella.
P. Usted siempre se proclamó beatlemaniaco. ¿Se ha comprado la discografía remasterizada en estéreo o en mono?
R. ¡Las dos! Son muy diferentes y enriquece mucho compararlas. Además conservo los vinilos, claro. A ver si tengo tiempo de quintaesenciar mi discoteca particular, porque acumulo demasiada morralla. Lo ideal sería una habitación con una estantería de vinilos fundamentales de los años sesenta a ochenta y otra balda con los CD relevantes de las dos últimas décadas. Eso sería suficiente.
P. Usted compuso politonos para Nokia. ¿Cuál utiliza ahora en su móvil?
R. Uno que creé única y exclusivamente para mí. A veces es más difícil componer 20 segundos que cuatro minutos, créame. Mi politono actual apenas destaca sobre el ruido ambiental, así que supongo que ningún fabricante me lo compraría. Pero me gusta y sólo lo tengo yo.
P. ¿Existe algún japonés más universal que usted?
R. Yoko Ono, pero no estoy seguro de si es japonesa o no. Genéticamente sí, pero... ya me entiende. Y Kurosawa, claro. Pero todos somos irrelevantes en comparación con paisanos nuestros como Sony, Honda, Toyota o Panasonic. Esos sí que son importantes...
P. ¿Qué palabra japonesa rima con su apellido?
R. No es fácil encontrarle rima, pero ya sé que ustedes, los españoles, me podrían decir: "¡Saca la moto, Sakamoto!". ¿O se creía que no estaba enterado?
Ryuichi Sakamoto actúa esta noche (21.00) en el Teatro Circo Price. Entradas, a 40 euros en www.entradas.com
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.