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Alcohol a la venta las 24 horas

PP y PSM pactan que algunas tiendas puedan despachar licor a cualquier hora y abren una grieta en la ley 'antibotellón'Las tiendas que abren más de 18 horas no tendrán límite para despachar licor

La Asamblea de Madrid ha puesto fin a la prohibición total de vender alcohol en tiendas entre las diez de la noche y las ocho de la mañana, fijada en la ley antibotellón de 2002 de la Comunidad de Madrid. PP y PSOE pactaron ayer una excepción a esa norma: los establecimientos de conveniencia, como se llama a los comercios que están obligados a abrir más de 18 horas al día, tendrán permiso para despachar día y noche cualquier clase de licor.

Los grupos popular y socialista se apoyan en un informe de 2009 del Consejo Económico y Social, promovido por la patronal, los sindicatos y otros miembros independientes, en el que se pedía que se eliminasen las "restricciones" a la venta de alcohol en las tiendas de conveniencia para sostener su actividad comercial y el empleo que generan. PP y PSM convirtieron ayer la recomendación del Consejo en una enmienda incluida en la Ley de Medidas Fiscales, que se votará mañana en el Parlamento regional.

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El partido gobernante, el PP, y el grupo mayoritario de la oposición, el PSM, se han puesto de acuerdo en esta liberalización de la venta de alcohol. "Es una medida que puede ayudar a mantener puestos de trabajo", razonó ayer Enrique Echegoyen, portavoz socialista en la Comisión de Economía de la Asamblea, donde se tomó ayer esta decisión. La posibilidad de que esta norma aumente el consumo de alcohol en la calle no les inquieta. "Los que hacen botellón salen con la compra hecha", argumentó Pedro Muñoz.

Tanto PP como PSM confían en que los precios de las tiendas de conveniencia, más altos que en los supermercados, atraigan solo a compradores puntuales, no a jóvenes que quieran extender sus fiestas cuando se les acabe la gasolina.

Previsiblemente, la enmienda sobre el alcohol se aprobará mañana con el voto mayoritario del PP a la Ley de Medidas Fiscales. La prohibición absoluta de la venta de alcohol por la noche (de 10 a 8) estipulada en la ley antibotellón se suavizará y la bebida será accesible de madrugada. Como concedía ayer un portavoz del PP, "habrá que ver si esto influye en el botellón".

La norma no altera especialmente a la principal asociación de vecinos del centro de Madrid, lugar paradigmático del barullo nocturno. Isabel Rodríguez, presidenta de la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad, centra sus juicios en la pervivencia de viejos problemas. "Se sigue incumpliendo la ley; no se ataja el botellón, la policía hace la vista gorda y los vendedores callejeros venden alcohol como si las calles fuesen terrazas".

En vista de las primeras reacciones a la decisión, el núcleo de las protestas está en el rico negocio de la venta de alcohol. Izquierda Unida se opuso a la enmienda porque considera que favorece la "competencia desleal". Según un portavoz del partido en la Asamblea, la mayoría de las tiendas convencionales "pertenecen a grandes superficies; se favorece a los gigantes en detrimento del pequeño y mediano comercio, como los bares y las pequeñas tiendas, que no pueden competir contra ellos".

La Asociación Empresarial de Hostelería de Madrid también incide en esta supuesta desigualdad. "Estamos totalmente en contra", dice su presidente, Tomás Gutiérrez, que añade al riesgo de un desequilibrio en la competencia el fantasma del fortalecimiento del botellón. "Es incomprensible. Esa enmienda va en contra del trabajo que venimos realizando desde hace tiempo junto al Ayuntamiento de Madrid. Se supone que tenemos una lucha contra el botellón, que es una lacra en nuestras calles. Y si esta enmienda sale adelante, no va a conseguir otra cosa que fomentarlo de nuevo", opinó Gutiérrez.

El Ayuntamiento no juzgó la novedad regional sobre la venta de licor. De momento, el equipo del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, se limita a anunciar que acatará la norma, informa María Martín. Una ordenanza municipal aprobada en 2008 establece multas a tiendas por despachar alcohol que llegan a los 60.000 euros.

Los mayores afectados por estas sanciones son los propietarios chinos de ultramarinos, según Pedro Chang, presidente de la Asociación de Comerciantes de Alimentación Chinos. Explica que estas tiendas solo tienen licencia de alimentación, no de venta de alcohol. Chang no comprende por qué ahora se abre la mano con las tiendas de conveniencia: "Esta ley es loca. Unas tiendas podrán vender alcohol las 24 horas y yo, que tengo una tienda de alimentación, no puedo vender ni una cerveza en todo el día".

Imagen a ras del suelo de un botellón en la Ciudad Universitaria.
Imagen a ras del suelo de un botellón en la Ciudad Universitaria.ÁLVARO GARCÍA

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