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La investigación del 'caso Gürtel'

Aguirre rehúye su responsabilidad

La presidenta defiende los 358 contratos del Gobierno con la trama corrupta

Esperanza Aguirre recurrió ayer a la misma estrategia que ha utilizado desde que en febrero de este año estallara la trama Gürtel. Como funciona, la presidenta de la región con más altos cargos imputados en el escándalo vinculado al PP, volvió a alardear, esta vez en la Asamblea, de ser la campeona contra la corrupción. Defendió que lo importante no es que haya "corruptos o incluso delincuentes", sino que "la diferencia está en lo que se hace cuando se ponen de manifiesto".

La trama salpica a Madrid con 13 altos cargos del PP imputados, entre ellos un ex viceconsejero, cuatro ex alcaldes y, fundamentalmente, un ex consejero, Alberto López Viejo, que era la mano derecha de la presidenta, el que se encargaba de organizar los actos donde ella acudía.

Aguirre, también del PP regional, eludía así su responsabilidad en que su Gobierno contratara tres millones a las empresas de Francisco Correa, en su mayoría a fuerza de trocear los contratos (en total 358) para que no superaran los 12.000 euros y poder adjudicarlos a dedo, según el sumario del caso. Ella argumenta que el cese del ex consejero es suficiente para eludir su responsabilidad.

Esta vez los argumentos los utilizó en sede parlamentaria, donde Aguirre defendió la legalidad de los "30.000 contratos" de sus gobiernos desde 2003. "Todos sujetos al control de la comisión de vigilancia de las contrataciones", sentenció. Y recibió un sonoro "Nooo" de la bancada de la izquierda. Hace meses que IU y PSM se quejan de impedimentos para supervisar la gestión de Aguirre, sobre todo con el Gürtel. Justo el día anterior, sus diputados abandonaron dicha comisión porque Sanidad no da cuenta del 90% de los gastos sanitarios. "Digan cuáles les faltan, que los pongo a su disposición", retó Aguirre.La primera en atacar el caso Gürtel en la Asamblea fue la portavoz de IU, Inés Sabanés. Reprochó a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que la crisis política que sufre su gobierno le impida resolver la situación económica de la región. "¿Cómo pretende usted explicar a los 430.000 parados su tesis sobre la austeridad? ¿Con el espectáculo degradante de una red corrupta, los excesos y el despilfarro?", espetó la portavoz de IU.

Aguirre ha creído encontrar un punto flaco en la portavoz de IU y ayer, por segunda vez, le reprochó una supuesta cercanía con los socialistas porque le aplauden. Según Aguirre, Sabanés le hace el "trabajo sucio" al PSM al preguntar por el caso Gürtel. "Usted sigue hablando de Correa y del Bigotes", recriminó la presidenta. "Haga su trabajo de oposición y deje que los jueces hagan el suyo". Sabanés no tuvo ocasión de responder.

Pero fue la portavoz socialista, Maru Menéndez, la que preguntó por los contratos con Correa. "La Comunidad de Madrid jamás ha contratado a sabiendas con las empresas de ninguna trama", le respondió la presidenta, entre los abucheos de la oposición. "Si se demuestra que ha habido sobornos o cohechos, yo seré la primera en hacer que caiga todo el peso de la ley", zanjó. Esta vez la aplaudieron los suyos.

Adalid de la transparencia

"¿Es usted responsable de los actos de su Gobierno?", espetó Menéndez. La portavoz socialista le recordó a Aguirre que el Ejecutivo regional contrató en 371 ocasiones con las empresas de Correa [358, según cálculos de este periódico] y detalló las cantidades gastadas por cada consejería. "Ahora usted pretende aparecer como adalid de la transparencia y contra la corrupción", increpó a la presidenta. "No, usted es la responsable de todas esas contrataciones".

En su respuesta final, Aguirre vinculó la trama Gürtel al caso Majadahonda: "¿Por qué se cree que los de Correa dicen que van a machacar a Esperanza Aguirre?", planteó la presidenta en referencia a las escuchas policiales del sumario. Y se contestó a sí misma que es porque ella paralizó la operación de venta de suelo que se conoció en 2005 como el caso Majadahonda, donde se pretendía vender terrenos públicos por debajo de su precio de mercado. "Eso es lo que distingue unas organizaciones de otras", concluyó.

Pero el discurso de Aguirre no aguanta un asalto de la hemeroteca. Ahora la presidenta alardea de que ha sido ella la que ha cortado la trama en su Gobierno al destituir a los responsables. En cambio, el pasado 9 de febrero, cuando los medios le pedían explicaciones por el cese de López Viejo, afirmó: "Desconozco las razones que tiene para dimitir". Y también: "Quiero agradecer a Alberto López Viejo su generosidad al dimitir para que los que están impulsando la campaña de desprestigio contra el PP no puedan relacionar la investigación con la actividad de la Comunidad de Madrid". Hasta llegó a insistir varias veces: "López Viejo no ha realizado ningún acto ilegal ni irregular". También aseguró ese día con contundencia que, desde que ella preside el partido en Madrid (2004) "ni esta empresa ni ninguna de las otras ha organizado actos del PP". Es cierto que ella estuvo detrás de las dimisiones de los alcaldes de Boadilla, Arturo González Panero; de Pozuelo, Jesús Sepúlveda; y de Arganda, Ginés López. Pero también que ha tardado ocho meses en echar a los diputados imputados del grupo popular, pese a que se lo ha reclamado insistentemente la oposición.

El sumario del caso ha revelado además que el Gobierno regional sí contrató con las empresas de Correa, que lo hicieron casi todas las consejerías y que López Viejo era "el muñidor" de esos contratos. En el segundo mandato de Aguirre ya era consejero, pero en el primero fue sólo un viceconsejero. La investigación policial desveló que López Viejo, que manejaba la agenda de la presidenta, obligaba a los consejeros a contratar con las empresas de Correa bajo la amenaza de no llevar a Aguirre a los actos. La presidenta elude una y otra vez que sea responsable, pero si López Viejo amedrentó a sus superiores es porque todos sabían que lo respaldaba la presidenta.

Por eso afirmó ayer la portavoz socialista que Aguirre es responsable. "Usted no puede pasar por la adalid, porque usted es la responsable de la trama", dictaminó Menéndez.

Esperanza Aguirre se dirige a la bancada socialista durante el pleno de la Asamblea. A su derecha, Ignacio González y Francisco Granados.
Esperanza Aguirre se dirige a la bancada socialista durante el pleno de la Asamblea. A su derecha, Ignacio González y Francisco Granados.GORKA LEJARCEGI

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