Los Aznar ahora huyen de la pompa

Casualidad o no, los Aznar reúnen hoy a la plana mayor del Partido Popular en una cita que ha dejado de ser solo una boda familiar para convertirse además en un acontecimiento político. Por la alfombra roja desfilarán los novios, José María Aznar Botella y Mónica Abascal, pero también el presidente electo Mariano Rajoy y muchos de los que serán ministros en el nuevo Gabinete a partir del miércoles que viene. Casualidad o no, el expresidente del Gobierno vuelve a robar protagonismo a Rajoy en el fin de semana previo a que comience una nueva etapa política en España.

La pareja quería una boda íntima, alejada del boato que acompañó hace ocho años a la de Ana Aznar y Alejandro Agag, en la que los Reyes de España ocuparon un lugar preferente en el altar mayor del monasterio de El Escorial, en cuyos bancos se sentaban desde Silvio Berlusconi, Tony Blair y Julio Iglesias hasta el que tiempo después se supo era el responsable de la trama Gürtel, Francisco Correa. El primogénito de Aznar es un joven al que le espanta la fama, aunque desde niño ha tenido que vivir escapando de ella. Llegó siendo un chaval al palacio de la Moncloa y huyó en cuanto pudo para comenzar una vida de anonimato lejos de España. Quienes conocen el ámbito familiar de los Aznar aseguran que José María se parece mucho a su padre, no solo físicamente.

CONFIRMARON ASISTENCIA RAJOY, SÁENZ DE SANTAMARÍA, DE COSPEDAL, GALLARDÓN Y AGUIRRE

LA FIESTA ES EN LA FINCA EN LA QUE RAQUEL MOSQUERA SE CASÓ CON TONY ANIKPE EN 2004

Cuando en agosto se fijó la fecha de la boda, el novio se puso a buscar un lugar íntimo y cerrado a la prensa para poder celebrar el enlace. Mónica, la novia, comparte esa discreción pese a que ella, debido a su profesión de diseñadora, a veces se ve obligada a asistir a alguna cita social. La finca de El Campillo, en la carretera de El Escorial a Guadarrama, en Madrid, será la que acoja la boda del año del PP.

En esta época en la que obtener una confirmación de los planes del presidente electo es todo un reto, una de las pocas cosas que su gabinete asegura con rotundidad es que Rajoy estará hoy acompañando a los Aznar junto a su esposa, Elvira Fernández Balboa. También han confirmado su presencia Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Javier Arenas y Ana Mato. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid y muy ligada a los Aznar, también estará entre los invitados. La representación del Ayuntamiento de Madrid, donde la madre del novio es teniente de alcalde, será amplia, con Alberto Ruiz-Gallardón a la cabeza.

Ana Botella también es protagonista. Por partida triple. A su papel de madre y madrina suma el de aspirante a alcaldesa. Si los pronósticos se cumplen y Ruiz- Gallardón acude a la llamada de Rajoy para el nuevo Gobierno, ella es la candidata a sucederle. Por eso, en las horas previas a la boda, Botella no ha abandonado su despacho, desde el que ha combinado su trabajo con la preparación de los fastos. Una de las pocas instantáneas que hay de Ana Botella ejerciendo ese papel se tomó hace semanas cuando madre e hijo acudieron a la prestigiosa sastrería Man para que el novio se encargara el chaqué. La misma en la que Jaime de Marichalar se hizo el suyo para la boda con la infanta Elena y, más recientemente, Alfonso Díez escogió el que lució el día en que se convirtió en duque de Alba por su matrimonio con Cayetana.

Pocos detalles se conocen de la relación de la pareja. Solo que la madre de Mónica es una de las mejores amigas de Ana Botella y que cuando José María regresó a vivir a España surgió el flechazo auspiciado por ambas familias.

Y es que Aznar, hijo, licenciado en Dirección y Administración de Empresas por el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), trabajó durante ocho años en Nueva York en una consultora y en un fondo de inversión. Ahora ejerce como analista financiero e imparte clases de economía financiera y contabilidad en la Universidad San Pablo CEU, en Madrid. Mientras, Mónica lanzó con su hermana la firma Vega Cárcer, especializada en bolsos y complementos, por cuyas creaciones exclusivas se pagan hasta 3.000 euros.

En la finca, a 30 kilómetros del Valle de los Caídos, la misma en la que se casó Raquel Mosquera, uno de los personajes más estrambóticos de la prensa del corazón, con el nigeriano Tony Anikpe, hoy los Aznar celebran su boda más política.