El timo de la estampita a lo grande
Una banda internacional intenta estafar al Banco de Inglaterra con viejos billetes de 500.000 libras que nunca se emitieron
Una banda internacional de falsificadores trató de timar 28.000 millones de libras (más de 44.000 millones de euros) al Banco de Inglaterra con una emisión especial de viejos billetes de 500.000 libras totalmente inventada.
Los falsificadores pretendían que el banco les pagase el valor nominal de miles de billetes, incluidos otros de 1.000 libras, que no habían tenido curso legal desde hacía más de sesenta años, tal como publica el diario The Times en una información titulada ¿No tiene nada más pequeño?.
Los miembros de la banda dijeron a los funcionarios del banco emisor que representan a familias chinas de la época precomunista que habían guardado esos billetes y querían ahora cambiarlos.
La estafa, sin embargo, no funcionó porque nunca se emitió un billete de 500.000 libras y la firma del cajero del banco que aparecía en los billetes estaba mal falsificada, según se puso de relieve ante el tribunal londinenses que juzga actualmente a los estafadores.
El dinero que decían poseer esas supuestas familias representa más de dos tercios de todas las libras esterlinas circulantes, según dijo al tribunal el fiscal Martin Evans. "Nunca hubo un billete de 500.000 libras, pero sí se emitieron los de mil libras aunque se retiraron de circulación en 1943", añadió.
Muy poca gente tenía, según Evans, la suerte de poseer un billete de esa última denominación porque la mayoría de ese papel fue retirada y sólo quedan 63 billetes en paradero desconocido. El fiscal explicó que desde el punto de vista estrictamente técnico, la palabra falsificación sólo puede aplicarse a billetes de curso legal, pero no a los de 500.000, que nunca existieron.
Operación contra los estafadores
Cuando la banda solicitó una reunión con funcionarios del Banco de Inglaterra, la policía montó una operación para capturar a los estafadores. La conspiración comenzó en diciembre del 2005 cuando un tal Rossie Cowie envió al banco un correo electrónico en el que decía ser un abogado australiano que representaba a una familia que tenía billetes de mil libras.
En posteriores mensajes electrónicos, informó al banco de que la familia china en cuestión también tenía billetes de 500.000, y cuando los funcionarios le respondieron que no existían tales billetes, contestó que se trataba de una edición especial.
Tanto Cowie, de 62 años, como sus compinches, Chin Lim, de 50, Kim Teo, 41 años, Kwok Chan, 55, Ping Mak, de 56, y Chi Chung, de 53, todos ellos de origen chino aunque residentes en Londres, niegan la acusación de conspiración para estafar nada menos que al Banco de Inglaterra.
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