El sueño del paracaidista se fue volando

Las condiciones meteorológicas eran perfectas y el plan discurría al pie de la letra. Todo parecía a punto para que el paracaidista francés Michel Fournier, de 64 años, batiera el récord del salto en caída libre desde 40.000 metros, a un nivel tres veces más alto que un vuelo comercial, según informa la BBC. Sin embargo, en el último instante, el globo estratosférico desde el que iba a saltar se ha desprendido de la cápsula cuando lo estaban inflando con helio, frustrando, por tercera vez, el sueño de Fournier, que ya lo había intentado en 2002 y 2003.

Los planes de Fournier eran muy ambiciosos. El hombre quería batir cuatro plusmarcas: el salto con paracaídas desde una mayor altura, el vuelo en globo a mayor altitud y la caída más rápida y larga, con una duración de unos 15 minutos. Sólo abriría su paracaídas 6.000 metros antes de llegar al suelo. Para ello se había trasladado a Saskatchewan, en el oeste de Canadá, ya que en Francia se lo habían prohibido por los riesgos que entrañaba la aventura.

Un traje presurizado le protegería de presiones muy bajas y temperaturas por debajo de los 100 grados. Además, había inhalado oxigeno para evitar embolias y llevaba una cámara que grabaría la hazaña, en la que esperaba superar la barrera del sonido a los 35.000 metros. Como medida de seguridad, el paracaídas se abriría si Fournier perdía la conciencia, aunque no habían preparado ningún mecanismo para que la cápsula se desprendiera del globo durante el ascenso.

El récord actual de salto en caída libre lo ostenta el coronel Joe Kittinger, de las Fuerzas Aéreas de EE UU, desde que en 1960 saltó desde una altura de 31.333 metros.