La repatriación se aplazó porque los pilotos no conocían el aeropuerto de San Luis
La repatriación de 100 inmigrantes senegaleses, la noche del miércoles, se produjo porque los pilotos de los aviones españoles no conocían las características del aeropuerto de San Luis, destino que fijaron las autoridades de Senegal a última hora de la tarde, en lugar del previsto aeródromo de Dakar, según testigos presentes en el aeropuerto de Fuerteventura.
Durante la noche del miércoles llegaron al aeropuerto de la isla dos aviones Airbus 320 y MD de las compañías Air Europa y Swiftair, cada uno con 75 agentes de policía. Las fuentes oficiales consultadas coincidieron en que, cuando los agentes descendían por la escalerilla del avión, "ya sabían" que se habían suspendido los vuelos a Senegal de forma transitoria.
La versión ofrecida por testigos presentes en el aeropuerto es que, una vez conocida la petición de Senegal de que los aviones aterrizaran en San Luis y no en Dakar, los pilotos de ambos aparatos se negaron a efectuar la operación porque desconocían qué instrumentación de visión nocturna tenía la pista. Además, el aeropuerto de Fuerteventura cierra a partir de las doce de la noche. Los agentes apenas tomaron un refrigerio en estas instalaciones, subieron de nuevo a los aviones y despegaron sin los inmigrantes. Al menos uno de los dos vuelos regresó a Madrid.
Inmigrantes aislados
Los 100 inmigrantes senegaleses que iban a ser repatriados pasaron la noche separados de sus compañeros en el centro de internamiento de extranjeros de El Matorral, frente al aeropuerto. Los siete agentes del Cuerpo Nacional de Policía que custodian a los 2.200 internos los recluyeron en un barracón, informaron portavoces de dos sindicatos policiales.
Durante la jornada del miércoles, los agentes contaron, identificaron y registraron a los 100 inmigrantes y confrontaron sus datos con la ficha policial con fotografía que se encuentra en el centro. Cada uno de los subsaharianos portaba cuatro documentos al salir del centro: su declaración inicial efectuada en comisaría en las primeras 72 horas tras alcanzar las costas de las islas, el auto de internamiento dictado por el juez correspondiente, una acreditación de que han permanecido en uno o varios centros de retención de Canarias y copia de los resultados del análisis de sangre a que fueron sometidos voluntariamente.
Por otro lado, portavoces de la Confederación Española de Policía y del Sindicato Unificado de la Policía insistieron en la "situación explosiva" que se vive en los centros de internamiento de Canarias, donde más de 2.000 inmigrantes senegaleses ya identificados por los agentes enviados desde Dakar muestran "nerviosismo, porque saben que van a volver y no quieren". Ambos portavoces reiteraron los escasos efectivos que hay en cada centro y lo fácil que sería que los inmigrantes tomaran el control de las instalaciones.
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