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El paro total del metro colapsa Madrid

Los trabajadores ignoraron los servicios mínimos - Hubo un 20% más de tráfico y Renfe tuvo que poner 30 trenes de refuerzo - Hoy se repite la protesta

Pilar Álvarez

La capital se convirtió ayer en una ciudad colapsada. Más de dos millones de personas se quedaron en Madrid sin su medio habitual de transporte. El metro amaneció cerrado y durante todo el día no circuló ni un solo tren, algo que no había pasado desde hacía 23 años. Los trabajadores de Metro protestaron así contra los recortes aprobados por la Comunidad de Madrid para todos sus funcionarios y trabajadores de las empresas públicas. El lunes iniciaron la huelga con la amenaza de parar la ciudad. Ayer la cumplieron. Hoy han convocado otro paro total.

Los millones de viajeros del suburbano salieron ayer a la superficie buscando un transporte alternativo. Se colapsaron las entradas a la ciudad y también el centro de Madrid. La M-30 y las principales avenidas registraron un 20% más de tráfico. Cercanías de Renfe reforzó su servicio con 30 trenes más para atender a 83.000 viajeros nuevos, un 15% más que un día laborable normal.

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Los autobuses urbanos circularon a reventar durante toda la jornada. Se repetían las largas colas de ciudadanos y algunos tuvieron que esperar más de una hora su autobús. Los usuarios se colaban por la puerta de atrás. Un recorrido de 20 minutos en metro se convirtió ayer en un viaje de más de hora y media combinando autobuses llenos hasta la bandera.

La flota de taxis (con 15.600 licencias en Madrid) tampoco dio abasto. La demanda subió un 40%, según estimaciones de la Gremial del Taxi. En todas las terminales del aeropuerto de Madrid- Barajas, los taxistas recogían a viajeros casi sin parar. La jornada de ayer resultó como un día "bueno y sin crisis", según los propios conductores de taxi.

La red de metro de Madrid recorre 284 kilómetros y tiene líneas que se extienden a los municipios del cinturón metropolitano. A primera hora de la mañana, cordones policiales custodiaban las entradas a los principales talleres y cocheras de Metro para que pudieran entrar a trabajar, entre gritos de piquetes, quienes quisieran hacerlo. No hubo conductores dispuestos a cubrir los servicios mínimos del 50% que fijó la Consejería de Transportes e Infraestructuras para la huelga. La razón que argumentan es que la Comunidad de Madrid se ha saltado su convenio colectivo, firmado en 2009, al incluirles en el plan de recortes. El Gobierno regional incluyó una disposición adicional, solo para Metro, en la que les permite negociar las rebajas en gastos de personal más allá de sus sueldos. Pero no les sirve.

La Consejería de Transportes anunció la apertura de expedientes, que quieren trasladar hoy a una veintena de trabajadores. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo públicamente que no iba a permitir "que a los usuarios madrileños se les someta a chantaje". Ayer no hubo reuniones entre el comité de huelga y la empresa pública de transportes. Metro sí intentó una demostración de fuerza pero fracasó. Por la tarde, se anunció la apertura de la línea de metro que lleva al aeropuerto con la ayuda de la policía para intentar dar servicio, al menos, a quienes llegan o salen de Madrid. Hubo un amplio despliegue policial en las ocho estaciones de la línea 8, pero, pese al intento, no llegó a prestar servicio. Según los representantes sindicales en huelga, el motivo fue que Metro no consiguió convencer a ningún conductor de que se pusiera al frente de los trenes. La Consejería explicó que, aunque sí disponían de maquinistas, desistieron al no poder garantizar que también hoy permaneciera abierta, lo que podría generar aún más confusión entre los usuarios.

La Consejería promete abrir hoy tantas líneas como pueda si hay conductores que quieran respaldar los servicios mínimos. Lo hará, si los reune, con el respaldo del Ministerio del Interior, que ha ofrecido al Gobierno de Aguirre 3.500 efectivos policiales para vigilar la huelga, frente a los 500 desplegados hasta ayer.

Tras el éxito del órdago de ayer, el comité de huelga prevé echar hoy el resto. Los trabajadores han decidido repetir la fórmula de paro total. Acordaron volver a desplegar piquetes desde primera hora de la mañana y evitar que circule un solo tren en la red de metro. A las diez de la mañana, tras la primera hora punta del día, volverán a reunirse para decidir si los paros prosiguen a partir de mañana de forma indefinida y si los mantienen sin servicios mínimos. Si eso ocurre, el Gobierno de Aguirre ha anunciado su respuesta: contratar autobuses privados para que cubran en superficie los recorridos que ayer Madrid dejó de prestar bajo tierra por primera vez en décadas.

Con información de Jaled Abdelrahim, Pablo de Llano y María Martín.

Madrileños haciendo cola, ayer, para entrar en los autobuses municipales repletos.
Madrileños haciendo cola, ayer, para entrar en los autobuses municipales repletos.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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