Los médicos vuelven a alimentar a De Juana contra su voluntad pese a su resistencia violenta

Los médicos responsables de la salud del etarra José Ignacio de Juana Chaos han vuelto a colocar una sonda nasogástrica (un tubo que se introduce por la nariz hasta el estómago) para alimentarle contra su voluntad. Para ello tendrán que inmovilizar por completo al terrorista, toda vez que el pasado viernes se arrancó el mismo los tubos. Desde entonces no había ingerido alimento alguno.

Los médicos del hospital Doce de Octubre de Madrid han tomado esta decisión ante el deterioro evidente que ha sufrido la salud del recluso, al considerar que pese a los efectos secundarios que pudiera tener sobre su salud, es la mejor forma de mantenerle con vida, según han informado fuentes penitenciarias.

La situación del etarra se había complicado en las últimas horas, hasta el punto de que los doctores temían que sufriera un infarto dada su resistencia violenta a ser alimentado por sonda. De Juana, que antes no se resistía a ser atado a la cama para alimentarle por sonda, ahora sí se opone de forma violenta. Por eso los médicos temían que le diera un ataque al corazón al intentar hacerlo.

De Juana, condenado por amenazas a tres años de prisión (de los que le queda por cumplir poco más de uno), lleva 112 días en huelga de hambre y asegura que persistirá en la misma si no es puesto en libertad. Los médicos están obligados por la Audiencia Nacional a mantener con vida al etarra, ya que se encuentra preso y, por tanto, bajo custodia del Estado.

La vez anterior que De Juana estuvo sin recibir alimento alguno se produjo cuando los médicos le retiraron la sonda el 7 de enero. El preso aguantó sin recibir alimentos hasta que le tuvieron que volver a poner el tratamiento el 24 del mismo mes.