Los islamistas del metro de Barcelona buscaban una matanza "indiscriminada"

"El [ataque] ocurrido en Barcelona fue conducido por 12 de los nuestros que estaban bajo las órdenes de Baitullah Mehsud", aseguró en agosto de 2008 el portavoz de la organización terrorista Tehrik-e-Taliban Pakistan, Maulvi Umar, a modo de reivindicación de un atentado con explosivos en el metro de la capital catalana que, afortunadamente, nunca se produjo. Once de los 12 terroristas a los que ese portavoz hacía referencia en un vídeo colgado en internet fueron condenados ayer por la Audiencia Nacional como autores del delito de pertenencia a grupo terrorista, cargos a los que, en el caso de dos de ellos, se suman a los de tenencia de explosivos. En total, las penas van de los ocho años y medio a los 14 años y medio de prisión.

El tribunal no ve conspiración porque aún no habían fijado ni el día ni la hora

El llamado a ser el número 12, partidario como los demás de las ideas radicales de Mehsud y que había recibido entrenamiento terrorista, fue el que delató al resto de sus compañeros. Contó el plan de la célula islamista a un contacto suyo con relaciones con la policía francesa tras enterarse de que su misión, en lugar de ser la de fabricar las bombas como le habían dicho otros miembros de la organización, iba a ser la de suicidarse en los vagones. Bajo protección judicial, este testigo, denominado F-1, detalló a la Guardia Civil, al juez de Instrucción y al tribunal el rol de cada uno.

Fue así como señaló a Maroof Ahmed Mirza, condenado ahora a 10 años y medio, como máximo dirigente de la banda -"la persona que toma las decisiones sobre la acción a realizar", dijo- y a Muhammed Ayub Elhai Bibi (8 años y medio), como planificador del ataque. Abdul Hafeez Ahmed (8 años y medio), Qadeer Malik (14 años y medio) y Shaib Iqbal (14 años y medio) eran los artificieros encargados de preparar los explosivos. Muhammad Tarik y Roshan Jamal Khan eran asistentes del grupo, mientras que el resto de sus miembros -Imran Cheema, Mehmooh Khalid, Mohammed Shoaib y Aqeel Uhr Rehman, todos ellos condenados a ocho años y medio de prisión- eran los encargados de perpetrar el ataque suicida.

Los magistrados Javier Gómez Bermúdez, Manuela Fernández de Prado y Javier Martínez Lázaro consideran, sin embargo, que el momento de actuar estaba aún lejano. "En el momento de la detención [enero de 2008] no disponían más que de una pequeña cantidad de explosivo y de otros efectos para preparar los artefactos, elementos aún insuficientes para realizar los atentados", relatan. Por ello y porque todavía no habían concretado el día y el lugar del atentado -sino "sólo la decisión de colocarlo en el metro"-, descartan condenarlos por conspiración para realizar estragos terroristas, como pedía el fiscal Vicente González Mota.

La sentencia da total credibilidad a la reivindicación del portavoz de Mehsud, captada por la fundación estadounidense NEFA y colgado en su web. Y lo hace porque su afirmación sobre Barcelona "sólo puede referirse a los hechos, aunque el ataque fuese sólo proyectado y no ejecutado, porque no se conoce otra acción en la Ciudad Condal y, además, concuerda con el número de personas implicadas". "Umar [el portavoz] asume el ataque de Barcelona; de los otros por los que es preguntado dice no saber", añade.

Por ello, los magistrados concluyen que los miembros de la célula "estaban decididos a seguir los planteamientos de un líder talibán y dirigente terrorista", por lo que "establecieron contactos con su organización y se prepararon para llevar a cabo una acción con explosivos contra el metro". El objetivo de ese ataque, según los magistrados era "indiscriminado" lo que, según los magistrados "evidencia el carácter terrorista de la acción" cuyo objetivo era obligar a España a sacar sus tropas de Afganistán.