18 heridos durante una carga policial contra indignados
"Las porras volaban", dice un diputado que fue golpeado por los agentes
La Policía Nacional cargó ayer en Valencia contra un grupo de indignados del Movimiento 15-M que protestaban a escasos metros del Parlamento autonómico. El balance: 18 heridos -diez entre los manifestantes y ocho entre los agentes- y cinco detenidos, que fueron puestos en libertad en torno a la medianoche.
De madrugada, decenas de indignados ya esperaban a los nuevos parlamentarios a la puerta de las Cortes valencianas. La policía los desalojó de la entrada y estableció un perímetro de seguridad. Los indignados controlaban las puertas y la policía vigilaba. Sin embargo, varios agentes cargaron contra un grupo de manifestantes pasadas las 13.30.
En un vídeo colgado en Youtube se observa a tres policías que persiguen a un chico. Al verse rodeados de gente, uno de ellos saca la porra mientras los demás se hacen sitio a empujones. Una mujer cae al suelo y se parte el labio. La multitud, nerviosa, se acerca y grita; el grupo de agentes crece y las porras "vuelan". Esta fue la expresión que utilizó Juan Ponce, que, tras estrenarse como diputado en las cortes (por Compromís), recibió un porrazo en un brazo. "Me convertí en protagonista de 10 minutos de tensión y palos. Las porras volaban", declaró, informa Joaquín Gil.
Cientos de personas reclaman en la calle la libertad de los cinco detenidos
La Delegación del Gobierno mantiene, sin embargo, que lo ocurrido no fue "una carga policial", sino "una respuesta puntual para repeler una agresión previa por parte de un grupo de antisistema" que les había arrojado "objetos contundentes". Según esta versión, recogida en un comunicado, entre los 200 manifestantes "predominaban elementos radicales" que lanzaron "todo tipo de insultos" a la policía. Cuando un agente requirió la documentación a un joven que, "de modo insistente", según el comunicado, se dirigía a él en "términos gravemente injuriosos", su acompañante le propinó "un puñetazo en la cara", lo que derivó en "forcejeo". A partir de ahí, según esta versión, los manifestantes "se abalanzaron" sobre los policías.
Entre los indignados heridos, a uno le golpearon en la frente y la nariz; otro acabó con un brazo en cabestrillo, un tercero con un dedo roto y los demás con contusiones. Entre los agentes, a uno le golpearon en la cara con unas tijeras - "una herida leve", explicó el subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez- y el resto presentaba otras contusiones.
El portavoz del PP, Esteban González Pons, criticó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Entre no hacer nada" en la Puerta del Sol de Madrid y "los palos" de Valencia, dijo, existen "multitud de espacios intermedios". IU pidió la comparecencia del ministro en el Congreso.
A primera hora de la noche, más de 2.000 indignados se habían trasladado desde los alrededores del Ayuntamiento hasta la comisaría de Zapadores, a donde habían sido llevados sus cinco compañeros detenidos. Frente al edificio, que se hallaba protegido por un doble cordón policial, permanecieron manifestándose y coreando consignas como "Camps a [la prisión de] Picassent" desde las nueve hasta las diez y media de la noche. A esa hora, abandonaron el lugar y se dirigieron, ya en menor número -un millar de personas-, hacia la Ciudad de la Justicia, en donde un abogado les había dicho que estaban prestando declaración sus compañeros.
En Barcelona, unas 150 personas cortaron la avenida Diagonal en su camino hacia la sede del PP. Allí corearon consignas como "Fuera corruptos de las instituciones" y aludieron también al presidente valenciano, Francisco Camps. La marcha, que tenía como objetivo solidarizarse con los indignados de Valencia, regresó hacia la plaza de Cataluña y volvió a cortar la Diagonal. Los conductores apoyaron a los manifestantes haciendo sonar las bocinas de sus coches. Al llegar a la plaza, donde se mantiene la acampada del Movimiento 15-M, fueron recibidos con aplausos, informa Camilo S. Baquero.
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