"Se ha liado por una pelea entre chicas"
La madre de los acusados de iniciar los disturbios asegura que sus hijos no son culpables
La dominicana Patria Figuereo Silfa es la madre de Armando M. y Yoeli L., los dos chicos a cuyas puertas en su domicilio de Alcorcón se agolparon el sábado pasado cientos de españoles para lincharles. Está nerviosa, llora y no para de gesticular con todo el cuerpo para dejar claro que temió por su vida y por la de sus hijos, ante la marabunta que se les echaba encima. "El sábado desde el mediodía hasta las diez de la noche tuve a cientos de españoles a las puertas de mi casa amenazándome a mí y a mis hijos con matarnos. Hubo uno que llegó a entrar y que me cogió de los pelos y me amenazó con un machete", explica rodeada de sus dos hijastras, Georgina y Rocheli, y de Andrea, la novia de Armando.
"Mis hijos no son unos santos, pero no son más malos que los demás"
El sábado por la tarde, la policía tuvo que sacar protegidos del domicilio familiar a los chicos, Armando, de 17 años; y Yoeli, de 21. El primero está detenido y tiene que pasar 45 días recluido en un centro de menores. A Yoeli los agentes lo dejaron a las puertas del metro de Puerta del Sur y desde entonces su madre no sabe dónde está. "Me llama al móvil desde un número oculto. Está sin ropa, sin dinero... ¡No sé dónde está ni me lo quiere decir porque tiene miedo de que lo maten!", cuenta su madre.
El detonante de los disturbios de Alcorcón está en algo tan nimio como una pelea entre dos chicas adolescentes, una española y una mexicana, que a su vez derivó en otra pelea entre sus novios, un dominicano y un boliviano. Las dos chicas riñeron el jueves por la tarde y la que se llevó la peor parte fue la española. Ésta es novia de Carlos Roberto, dominicano. Y la mexicana es novia de un boliviano, al que llaman El Bolivia. El viernes, un día después de la pelea entre las chicas, Carlos Roberto, el dominicano, decidió vengarse de lo que le había pasado a su novia española y se fue en busca de la chica mexicana. Pero terminó peleándose con el novio de ésta, El Bolivia.
"En esa pelea, el boliviano le partió la cabeza a Carlos Roberto el dominicano. Mi hijo estaba presente e intentó separarles, pero el dominicano decidió emprenderla con todos los amigos de El Bolivia, entre ellos mis dos hijos", explicó ayer Patria Figuereo intentando poner orden en este lio de peleas y nacionalidades. Así que Carlos Roberto, el dominicano, reunió el sábado pasado por la mañana a una decena de amigos españoles y en su cacería por las calles se encontraron con Yoeli, uno de los hijos de Patria. "Al verle le echaron spray en los ojos. Él salió corriendo y se refugió corriendo en mi casa. Allí estaba yo con Armando, mi otro hijo, y los tres nos atrincheramos. Empezaron a reunirse españoles y más españoles debajo de mi casa. Rompieron el cristal del portal. Tuve que llamar a la policía para que sacara a mis hijos de la casa. Se lo agradezco porque si no, estarían muertos", cuenta la madre. Ella asegura que uno de sus hijos, al ver a los españoles bajo su vivienda, quiso entregarse como un mártir a la multitud. "Se asomó a la calle y vio a todos gritándonos: ¡Hijos de puta, que bajéis! Me dio el móvil, se quitó los collares y los dejó sobre la mesa. Y me dijo muy serio: 'Mamá, me bajo a la calle porque si no, nos van a matar a todos".
La policía consiguió sacar escoltados a los chicos de la casa y los ánimos, aparentemente, se calmaron. Pero en la calle, al poco rato, se montó una pelea multitudinaria en la que participaron españoles, pero también latinoamericanos. En el tumulto, Julio González, español de 27 años, recibió cinco puñaladas en la espalda y permanece ingresado grave en el Hospital de Alcorcón. ¿Los chicos dominicanos que estaban atrincherados en la casa enviaron sms a sus amigos para que acudieran a socorrerles? Su madre contesta con media sonrisa: "No te digo ni que sí, ni que no... Si te ves acorralado, todo el mundo tiene derecho a defenderse". "Mis hijos no son unos santos, pero no son más malos que los otros. Es más, ¡son unos diablos porque yo soy el diablo! Tienen mala coyunta, porque tienen amigos que son malas compañías", añade la dominicana. Armando está haciendo un curso de carpintería. Yoeli es jardinero, pero ahora está en paro.
Lo que más le duele a esta mujer y a sus familiares es que les han echado la culpa de todo el brote xenófobo de Alcorcón y que, encima, no pueden volver a su vivienda. "¡Todo ha empezado por una tontería, por una pelea entre chicas, y mira la que se ha montado!", explica. Patria Figuereo está escondida en una casa de Madrid y desde los disturbios no ha vuelto a su domicilio de Alcorcón, una casa modesta de tres habitaciones por la que paga 630 euros de alquiler.
"Mi novio no pertenece a ninguna banda. No es Latin King, como están diciendo por ahí. ¿Cómo va a ser Latin si es dominicano? Además, viste normal porque yo le digo que si se viste de rapero es cuando se puede meter en problemas", concluye Andrea, la novia de Armando, que está embarazada. La chica acudió ayer a limpiar el piso donde casi apalean a su novio y que ayer permanecía custodiado por un coche policial.
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