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Un etarra conservará su cristalería bajo la casa de la viuda de su víctima

La esposa de Azpiazu pagó en la subasta por el 50% embargado del negocio

En una sobria sala de los juzgados de Azpeitia se subastó ayer la mitad de la cristalería Aldatu, el negocio que adquirió en Azkoitia junto con su esposa, en marzo de 2005, el ex etarra Kandido Azpiazu. El negocio fue embargado meses después por la Audiencia Nacional con el fin de que se hiciera cargo de una parte de la importante indemnización que debe a sus víctimas, según la condena. La adjudicataria fue la esposa del ex etarra, Milagros Altuna, que se hizo con la parte del negocio que le pertenecía a su marido, así como del garaje que compartía con él, por los que pagará 46.438 euros, que pasarán al Estado dado que éste se hizo cargo de pagar a las víctimas.

La peculiaridad de este caso consiste en que la cristalería se encuentra en el bajo del mismo inmueble donde vive la concejal del PP Pilar Elías, viuda de Ramón Baglietto a quien Azpiazu asesinó en 1981, y que no ha podido impedir que el verdugo de su marido, en libertad desde 1995, se haya instalado con su negocio desde hace más de tres años en el bajo de su domicilio de toda la vida, una vecindad que le resulta insoportable. "No he conseguido echarles con el embargo, pero al menos han tenido que pagar", reconocía ayer la afectada.

La mujer abonó en la solitaria puja 46.258 euros, que irán al Estado
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Milagros Altuna se personó ayer en el juzgado acompañada de un hombre y del abogado y dirigente histórico de Herri Batasuna, Iñaki Esnaola, ahora apartado de la política y dedicado a su actividad profesional. Ambos participaron en el acto de la subasta, realizada a puerta cerrada y coordinada con la Audiencia Nacional, donde nadie acudió a la puja. La Audiencia también se encargó de garantizar que el ingreso en cuenta de lo obtenido se destine a la cobertura del pago de responsabilidad civil del etarra condenado.

Fuentes judiciales confirmaron que Milagros Altuna se adjudicó la mitad del negocio que era propiedad de su marido tras realizar la oferta más alta en la subasta por los dos locales, estimada en algo más del 70% del precio de salida, el límite establecido por la ley para que la subasta sea considerada legal.

Así, el precio de la cristalería de 90 metros cuadrados, establecido en 34.088 euros, se adjudicó por 23.683 euros. El garaje, cuyo precio de salida era de 32.235 euros, fue adjudicado por 22.575. La segunda persona de identidad desconocida que se personó a la subasta junto a Milagros Altuna pujó, pero no superó la oferta de ésta, de modo que la propiedad de ambos locales terminó en manos de la mujer.

La Audiencia Nacional embargó la mitad de la cristalería propiedad de Azpiazu en febrero de 2006, meses después de que Pilar Elías denunciara que el verdugo de su marido había comprado el negocio instalado bajo su casa. Tras haber cumplido 15 de los 49 años de condena de prisión, la Audiencia Nacional trataba de que Azpiazu que acababa de invertir 120.202 euros en comprar el negocio de la cristalería, afrontara lo estipulado en la sentencia -una multa de 12.020 euros por el atentado y 63.707 de indemnización para los herederos de la víctima- ante la que, se había declarado insolvente.

Aunque Azpiazu recurrió al embargo alegando que la acción civil había prescrito, el tribunal estableció que no cabía la prescripción al haberse interrumpido la ejecutoria de la sentencia desde que fue firme. La cristalería de la mujer del etarra, situada en el centro, frente al mercado de Azkoitia, permanecía ayer por la mañana cerrada al público.

Milagros Altuna, esposa de Kandido Azpiazu, oculta su rostro en el juzgado de Azpeitia.
Milagros Altuna, esposa de Kandido Azpiazu, oculta su rostro en el juzgado de Azpeitia.JESÚS URIARTE

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