El chófer de Fabra le hacía los ingresos en efectivo, según afirman dos cajeras
Dos cajeras de una de las entidades bancarias en las que el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, era titular de cuentas señalaron ayer ante el juez que quien hacía los ingresos en efectivo en ellas era el chófer del también presidente provincial del PP.
El juzgado número 1 de Nules acogió ayer el interrogatorio a ocho empleados de banca, que fueron llamados a declarar en calidad de testigos. La mayoría de ellos alegaron falta de memoria, porque las preguntas se refirieron a movimientos de dinero registrados entre 1999 y 2004.
Sin embargo, dos cajeras de Ibercaja señalaron, por separado, al chófer de Fabra como la persona que habitualmente acudía a realizar los ingresos en la cuenta de éste. Ambas dijeron que sabían que esa persona, José Del Campo, era el chófer del presidente de la Diputación y del PP provincial.
Depósitos sin justificar
La denuncia de la Agencia Tributaria por la que Carlos Fabra está acusado de un presunto delito fiscal señala la existencia, durante 1999, de seis ingresos en efectivo realizados en esa entidad, que fueron imputados a Carlos Fabra como "ganancias patrimoniales" cuyo origen no justificó.
Las cantidades oscilan entre los 600 euros (100.000 pesetas de entonces) y los 12.000 euros (dos millones de pesetas). Sin embargo, sólo en tres ocasiones se ingresaron grandes cantidades, ya que el resto corresponde a sumas menores de 3.000 euros, montante a partir del cual los directores de todas las entidades bancarias debían comunicar a Hacienda el ingreso tras la aprobación de la norma contra el blanqueo de dinero.
En total, durante 1999 los diez bancos en los que Carlos Fabra y su entonces su esposa, María Amparo Fernández, tenían cuentas registraron más de un centenar de ingresos en efectivo cuyo origen no justificaron. El montante total asciende a cerca de 600.000 euros, de los que la Agencia Tributaria imputó al presidente de la Diputación la mitad, ya que eran cuentas compartidas.
La aparición del chófer de Fabra en el caso, en el que también se investiga la posible comisión de varios presuntos delitos contra la administración pública, no es una novedad. José Del Campo fundó en 1995 una empresa minera parte de cuyas acciones revendió a la esposa de Fabra.
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