Zapatero se revuelve contra el Poder Judicial por el 'caso Tirado'
El presidente asume su responsabilidad en la elección de los vocales que no suspendieron al juez - Carlos Dívar irá al Congreso pero no hablará del asunto
El caso Mari Luz no ha terminado con la decisión, adoptada el martes por el Consejo General del Poder Judicial, de evitar la suspensión al juez Rafael Tirado. El Consejo zanjó con una multa de 1.500 euros la cadena de errores del caso Mari Luz que permitió a Santiago del Valle, presunto asesino de la niña, estar en libertad pese a tener dos condenas firmes. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha puesto la maquinaria del Estado a trabajar contra una decisión con la que mantiene "una discrepancia profunda y seria", según anunció el presidente tras el Consejo de Ministros de ayer, último del año.
La ofensiva del Gobierno incluye varios frentes: respaldar el recurso del Fiscal General del Estado ante el Tribunal Supremo, estudiar todos los caminos legales aplicables al caso y reformar el reglamento disciplinario de los jueces, algo "en lo que el Ministerio de Justicia está trabajando ya". Paralelamente, el Grupo Socialista registraba ayer en el Congreso una solicitud de comparecencia del presidente del órgano de gobierno de los jueces, Carlos Dívar.
La portavoz del Consejo, Gabriela Bravo, confirmó que Dívar comparecerá después de las vacaciones pero cortó de raíz las expectativas socialistas: Dívar no podrá pronunciarse acerca de la sanción a Tirado ya que también es presidente del Tribunal Supremo, órgano que deberá decidir sobre el recurso de la fiscalía. "El Consejo, con arreglo al principio de transparencia, no se opondrá a la comparecencia". explicó Bravo a Europa Press. No obstante, la presencia de Dívar romperá la línea de su antecesor, Francisco José Hernando, quien se negó a acudir al Congreso al entender que el Poder Legislativo no puede controlar al Judicial.
El presidente Zapatero asumió su responsabilidad en la elección de los vocales del Consejo. De los nueve elegidos por el PSOE, cinco se mostraron a favor de mantener la multa de 1.500 euros al juez Tirado y sólo cuatro de endurecer la sanción. "Me siento absolutamente responsable de la elección, como todos los grupos que han dado su respaldo". En total, 14 de los 21 vocales votaron a favor de la multa y sólo siete de la suspensión.
Zapatero reconoció también la necesidad de "mejorar sustancialmente" la Administración de Justicia. "Estamos muy lejos de lo que deberíamos estar", admitió.
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