Zapatero pide excusas a los policías llevados a Nuadibú
Las condiciones en las que tuvieron que trabajar el centenar de policías españoles destinado en Nuadibú (Mauritania) para atender a los inmigrantes del Marine I, durmiendo al raso y con dificultades para conseguir comida y aseo, fueron "inaceptables"; el Gobierno les pide "excusas" y les dará un "reconocimiento especial". Lo dijo ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en respuesta a una pregunta del líder del PP, Mariano Rajoy, que había calificado la estancia de los policías de "vejatoria y humillante". El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, precisó que el reconocimiento a los agentes conllevará algún tipo de indemnización y prometió que "no volverá a ocurrir".
"Lo ocurrido desde el día 3 es inenarrable, nunca habíamos visto nada igual. Un barco a la deriva con 400 personas, a 500 millas de Canarias y a 100 de Mauritania. Un país, Senegal, que no hace caso al Gobierno español, que le pide que actúe. Un país, Mauritania, que no hace caso al Gobierno español, que le pide que acceda al desembarco. Tardaron nueve días. Y mandan 100 policías a Mauritania, donde no tienen autoridad ni se sabe a qué van, y les dan un trato vejatorio y humillante. ¿Está usted satisfecho, señor presidente?", inquirió Rajoy durante la sesión de control en el Congreso.
Rodríguez Zapatero respondió con el mismo argumento que había repetido una y otra vez su ministro del Interior durante el debate de la mañana: el Gobierno hizo lo que hizo "por razones humanitarias". "El primer objetivo era la atención humanitaria; el segundo, luchar contra la inmigración ilegal. El primero lo hemos cumplido; ahora vamos a intentar cumplir lo segundo", dijo.
Apoyo internacional
Y ese esfuerzo ha sido aplaudido, subrayó, por la Organización Internacional de Migraciones y el ACNUR, en sendas cartas que el presidente leyó a los diputados: los dos organismos agradecen que España haya actuado con "respeto a las normas internacionales vigentes en materia de seguridad marítima y, particularmente, de derechos humanos".
Pero Zapatero sí le hizo un sitio a la autocrítica: no por la decisión de rescatar el barco ni por la gestión posterior del proceso de repatriación de los inmigrantes, estancado en Mauritania, sino por la estancia de los policías españoles, que Rubalcaba había calificado de "penosa" horas antes.
"El director general [de la policía] les ha presentado sus excusas y van a tener un reconocimiento singular, porque, en efecto, las dos primeras noches tuvieron unas circunstancias inaceptables para los policías de un país como el nuestro", afirmó el presidente.
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