¿Válvula de escape o no?
El diputado del PNV, Aitor Esteban, amenazó ayer al Gobierno con no apoyarle los Presupuestos si mantenía la pauta que ha seguido con las resoluciones sobre el estado de la nación. El PNV, el único partido en el que el Gobierno puede sostenerse para aprobar los Presupuestos, en octubre, ponía el listón alto, una vez que ayer se certificara que la izquierda y CiU no respaldarán las cuentas del Estado, cuya devolución colocaría al Ejecutivo en una situación límite.
¿Fue la actitud del PNV, con su alejamiento del PSOE, una válvula de escape, como sucede con muchas resoluciones maximalistas del debate del estado de la nación que salen gratis al no comprometer al Gobierno, o fue un serio aviso al Ejecutivo ante la negociación presupuestaria de octubre en la que éste se juega su estabilidad?
El PNV mareó ayer la perdiz porque aún no tiene una posición definida. Por un lado, tiene razones para apoyar los presupuestos, como sucedió los dos años anteriores. Tras la pérdida del Gobierno vasco le beneficia compensar su vacío de poder haciendo valer en Euskadi su influencia en Madrid, a sabiendas de que es el eje del apoyo de los presupuestos, una vez retirado CiU de la carrera por la proximidad de las elecciones catalanas. Además, necesita el apoyo de los socialistas vascos, que Patxi López está dispuesto a dar para facilitar a Zapatero la negociación del PNV, para aprobar los presupuestos de las tres diputaciones vascas que gobiernan.
Aunque estas razones priman en el PNV existe una diferencia respecto a los dos años anteriores y es que la presión de los críticos sobre Iñigo Urkullu al acuerdo con el Gobierno ha crecido, entre otras cosas, por las últimas medidas de recorte social, y, además, porque, en última instancia, podría resolver la pérdida de apoyo del PSE a los presupuestos de las diputaciones con una prórroga, al faltar menos de un año para las elecciones forales.
El Gobierno, que al no disponer de un pacto estable vive al día contra su voluntad desde hace dos años, como Zapatero admitió en la sesión del día 15 del debate del estado de la nación, se muestra satisfecho con superar esas pruebas diarias. Y ayer no tocaban los presupuestos. La votación clave estaba en el techo de gasto, que se aprobó con la abstención de CiU. Y, además, se mantuvo la resolución conjunta del PSC y PSOE sobre el Estatuto de Cataluña, tras la sentencia del Tribunal Constitucional, que fija el marco en que debe desarrollarse. Lo que pronostica que la reunión de hoy entre Zapatero y Montilla será más pacífica de lo que cabía pensar hace una semana ante un tema de fondo tan vidrioso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Opinión
- Debate estado nación
- Plenos parlamentarios
- Política nacional
- Presupuestos Generales Estado
- IX Legislatura España
- EAJ-PNV
- Finanzas Estado
- Debates parlamentarios
- Grupos parlamentarios
- Congreso Diputados
- Legislaturas políticas
- Gobierno
- Parlamento
- Administración Estado
- Finanzas públicas
- Partidos políticos
- Política
- Finanzas
- Administración pública
- España