Tercera causa judicial por la red clientelar de Unió Mallorquina
Según el juez, informadores medioambientales pagados por el Ayuntamiento de Palma captaron voto para UM
En tres juzgados de Palma se investigan tres casos distintos sobre supuestas redes clientelares partidistas, sufragadas con fondos públicos, que la cúpula de Unió Mallorquina (UM) -hoy llamada Convergència per les Illes (Cxl)- incrustó en las instituciones donde gobernó, entre 2003 y 2010, primero en alianza con el PP y después con el PSOE.
El último asunto destapado, el caso Picnic es "una nueva línea de investigación" y "sin antecedentes", según han determinado este jueves el juez decano de Palma. En este asunto se han detectado invitaciones a más de 3.000 ciudadanos por parte de 20 informadores medioambientales que se dedicaban a captar el voto o militancia para UM entre la población, actuando como empleados del Ayuntamiento de Palma, que les pagaba la nómina.
La ex número dos de UM en la capital balear, la ex teniente de alcalde de Medio Ambiente, Cristina Cerdó, y su mano derecha, Paula Cortés, fueron detenidas y están imputadas en libertad con fianza carcelaria.
Otra causa contra UM, el caso Maquillaje, motivó la caída de la líder del partido, la ex presidenta del Parlamento y del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar. La acusó su delfín, Miquel Nadal -que era consejero de Turismo-, de la compra con dinero negro (300.000 euros) de una televisión para usarla de pantalla para emplear a activistas, cuyos sueldos se sufragaban con ayudas del Consell de Mallorca.
El tercer caso, el caso Voltor, alude a pagos a dirigentes locales del partido desde la Consejería de Turismo y al empleo ficticio de militantes en empresas concesionarias del Gobierno o el Consell. Dos ex presidentes de UM, el citado Nadal y Miquel Àngel Flaquer, así como el ex consejero de Turismo, Xisco Buils, están encausados, entre otros ex altos cargos.
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