"Tenemos garantías de que el alto el fuego de ETA es sin condiciones"
La comisión de verificación creada por Currin pide una reunión con el Gobierno
La recién creada comisión internacional de verificación del alto el fuego de ETA, nacida a instancias de la izquierda abertzale y el abogado sudafricano Brian Currin, asegura tener "garantías" de que la banda ha asumido que el alto el fuego permanente anunciado en enero es "unilateral", es decir, que no depende de lo que vayan a hacer los Gobiernos central o vasco o la justicia, por ejemplo, y "sin condiciones", lo que implica que no puede esperar contrapartidas políticas por el cese de la violencia.
La comisión, constituida por cinco expertos y una coordinadora, tendrá como objetivo "verificar de forma imparcial" que la banda sigue cumpliendo sus compromisos. Dos de sus integrantes mantuvieron ayer encuentros individuales con diversos medios, entre ellos EL PAÍS, en el Hotel Carlton de Bilbao: Ram Manikkalimgam, director del Dialogue Advisory Group, profesor de la Universidad de Amsterdam y experto en resolución de conflictos, y Chris Maccabe, director político de la Oficina de Irlanda del Norte del Reino Unido durante las negociaciones que llevaron a los acuerdos de paz del Viernes Santo en 1998.
Al igual que el grupo internacional de contacto liderado por Currin, la comisión ha chocado con las reticencias de los Gobiernos central y vasco a reunirse con ella. No obstante, sus miembros esperan que tras el 20-N exista un "clima más propicio" para que puedan sentarse a hablar con el Gobierno entrante. Ambos Ejecutivos creen que las fuerzas de seguridad no necesitan ayuda externa para verificar el alto el fuego o el cese de la extorsión a empresarios, por ejemplo. Estiman que la labor de Currin solo sirve a la izquierda abertzale para escenificar su propio relato alternativo sobre el final de ETA.
Entre el martes y el miércoles, explica Manikkalimgam, han mantenido encuentros con la iglesia católica, la patronal vasca Confebask, el dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu -"no estaríamos aquí si no fuera porque él nos anima a ello"-, y diversos sindicatos (CC OO, ELA y LAB). Del PSE, solo se reunieron con su presidente, Jesús Egiguren. Ayer decían tener la esperanza de poder reunirse hoy con el máximo dirigente del PP vasco, Antonio Basagoiti.
"No sabemos mucho sobre la realidad política vasca", reconoció Manikkalimgam, que explica que su opinión sobre el grado de cumplimiento del alto el fuego dependerá de lo que le trasladen estos interlocutores. Tienen previsto visitar Euskadi todos los meses para tomar el pulso. "No puedo hablar de ello", responde cuando se le pregunta quién les ha trasladado la postura de ETA, si tienen contacto directo con la banda o si dependen de la información que les va trasladando la izquierda abertzale. Tampoco quieren pronunciarse sobre si creen oportuno que ETA anuncie cuanto antes su final, tal y como exigen la inmensa mayoría de los partidos políticos, incluidos PSOE, PP y PNV.
La comisión recalca que quiere actuar como un organismo meramente "técnico". Sus miembros no quieren adelantar qué papel les gustaría jugar en un eventual desarme de la banda y quieren recalcar que están aquí para intentar contribuir a que la paz se consolide en Euskadi. El organismo se financia a través de filántropos que prefieren no desvelar.
El grupo incluye también al británico Ray Kendall, exsecretario general de Interpol, Ronnie Kasrils, exministro sudafricano, el teniente general Satish Nambiar, exvicejefe del estado mayor indio, y Fleur Ravensberg, del Dialogue Advisory Group,
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