Rubalcaba pide calma cuando le aclaman como presidente
En Palma el vicepresidente pide al Ejecutivo que gobierne mientras critica que el PP solo quiere "elecciones anticipadas"
Con muchas sonrisas, reiterados elogios públicos y algún grito de "¡Presidente!", Alfredo Pérez Rubalcaba reunió este mediodía a unas dos mil personas en el Pueblo Español de Palma, donde el PSOE de Baleares presentó a sus candidatos autonómicos y locales. En un territorio en general rubalcabista, el vicepresidente del Gobierno pidió "¡calma!" más de una vez cuando desde la militancia se le aclamó "¡presidente!". No dejó lugar para los mensajes en clave sobre las futuras primarias ni hizo declaraciones a la prensa.
Rubalcaba elogió la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero , atacó a la derecha y reclamó la movilización de la izquierda ante las elecciones del 22 de mayo. Para que nadie se quede en casa en la cama y que después se queje de las reformas y, en este punto, aludió a los manifestantes británicos -supuestos abstencionistas- que protestan en la calle contra los recortes del conservador David Cameron.
Rubalcaba habló a la militancia, le dio una lección -confesó que no sabe dar mítines sin el discurso pautado en hojas numeradas- sobre el pasado y presente del PSOE, como un árbol grande muy enraizado. Aguanta las ventiscas con sus señas de identidad y su futuro, siendo el más antiguo de los partidos (130 años) y más moderno. Dio los apellidos obrero y español al nombre y puso las dos rúbricas al PSOE: Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
"El mejor Zapatero", de "forma natural, abierta, sin tapujos", resaltó el vicepresidente primero del Gobierno, "apelando a sus principios y convocando a la democracia", anunció su decisión, la voluntad de no ser de nuevo candidato y de agotar la legislatura. El Gobierno a gobernar y el partido a explicar lo que se ha hecho y queda por hacer. "Al PP le dejamos hacer lo que ha hecho no desde hace semanas sino después de los comicios de 2004, cuando ya estaba pidiendo elecciones anticipadas. Algo que solo le interesa al PP, no a España".
El número dos del Gobierno pidió juego limpio, repitió la lista de las grandes leyes aprobadas por los socialistas que cree que quedan en la Historia de España, desde la primera ley de Sanidad, las leyes de Educación, Dependencia hasta la de Igualdad.
Reiteró un argumento contra sus oponentes "que han apostado contra España" y subrayó que " el PP se preocupa del trabajo de Rajoy, de sus oportunidades y de cómo llegar a la Moncloa" mientras que el Gobierno y el PSOE están "en política no para derrocar a Mariano Rajoy, sino al desempleo". Más duros aún fueron los candidatos baleares, Francesc Antich, a la presidencia de Baleares; Francina Armengol al Consell de Mallorca y Aina Calvo en el Ayuntamiento de Palma.
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