El Robin Hood de Pallejà

"Conozco muchos casos de gente ahogados por la crisis que les ha tocado la lotería en mi bar. Me siento un Robin Hood". José Antonio Maldonado es el dueño del bar de Pallejà (Barcelona) que esta mañana ha repartido 180 millones de euros entre sus clientes. "En mi vida he llorado tanto como esta mañana", ha afirmado Maldonado rodeado por decenas de personas, periodistas y afortunados, que se han agolpado en el local de la calle Loreto con 40 años de historia. "Joooose, Joooose, Joooose" cantaban los vecinos y parroquianos del bar en agradecimiento a su propietario. "A partir de ahora seguiré trabajando y pagando hipoteca pero más feliz", ha asegurado Maldonado.

Un total de 60 series del primer premio del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, que ha recaído en el 79.250, se han vendido íntegramente en el bar. Pallejà es un municipio de poco más de 11.000 habitantes situado a 20 de kilómetros de Barcelona, en la comarca del Baix Llobregat. Maldonado había comprado los 600 décimos en la administración número 7 de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), que ha vendido otras 32 series -96 millones de euros-, y que además había retornado 38 series al no encontrar comprador. En total, la administración de Cerdanyola ha repartido 276 millones de euros.

Antoni Muñoz, el dueño de la administración número 7 de la localidad, estaba pendiente de la radio y de Internet cuando cantaron el Gordo. No oyó bien el número, y a la segunda le quedó claro: el 79.250, del que había repartido 92 series. Su mujer se le acercó, llorando, y se desató la alegría en la pequeña administración del centro de Cerdanyola: "Es muy bonito repartir un premio así. Este es un barrio de gente trabajadora, le haces un gran favor a mucha gente. Hace mucha ilusión" ha resumido Muñoz.

Lo de este administador de lotería de 64 años es llegar y besar el santo: hace solo tres meses que abrió la administración. En los 17 años que vendió lotería desde su puesto en la Plaça Catalunya de Barcelona no repartió ningún premio por Navidad. Y hoy ha vendido el Gordo. "Tenía la intuición por el número de administración que me ha tocado. El 007".

La pequeña administración se ha llenado enseguida de premiados, y curiosos, que han inundado el suelo de cava y colmado a besos al administrador que les vendió el número. Como Antonia, Lali, y Ana, dos hermanas y una prima que radiaban de felicidad tras haber ganado 100.000 euros cada una. "Fue al azar. Lo compramos juntas y Antonia nos dijo que le gustaba el 0. Todavía no lo he asimilado", comentaba Lali. Su familia se congregó para celebrar el Gordo: lo utilizarán para tapar agujeros y ayudar a los hijos.

Félix Cuñarro le da directamente las gracias a Muñoz. Este joven de unos 25 años, trabajador de la construcción, llegó el viernes a la administración a adquirir un número. "Gracias a él, que me lo dio. Me gustó el 9". Todavía abrumado -sufrió el disimulado acoso de los trabajadores bancarios que tardaron poco en aparecer-, empieza a meditar qué hará con 300.000 euros que ha ganado: los utilizará para ayudar a sus padres, darse algún capricho y ahorrar.