Rajoy hace responsable a Zapatero de los muertos y ambos hablan de vergüenza

Ni siquiera con seis cadáveres sobrevolando el hemiciclo bajó el tono de enfrentamiento descarnado entre el jefe de la oposición y el presidente del Gobierno. Al contrario, aumentó. Mariano Rajoy responsabilizó abiertamente a José Luis Rodríguez Zapatero del fallecimiento de los militares en Líbano por no haber colocado aún inhibidores en su vehículo. Cuando el presidente le reprochó que en ocho años el PP no instaló ni uno solo de esos aparatos mientras el Ejecutivo del PSOE los está colocando en todos los vehículos militares, Rajoy estalló: "Esto es una vergüenza. Usted decidió que hubiera soldados en el Líbano. Yo le apoyé y le pedí seguridad. Han muerto seis soldados y no llevaban inhibidores. Es una vergüenza. Entre sus responsabilidades está garantizar la seguridad de los soldados".

Ante esta directa responsabilización por la muerte de los seis soldados, tres colombianos y tres españoles, todos ellos entre 18 y 21 años, Zapatero, ya sin tiempo para la réplica, se limitó a decir: "La vergüenza y la demagogia más burda son sus palabras".

Antes de este choque final, Rajoy basó su ataque en otro cadáver, el de la soldado gallega Idioia Rodríguez, que murió hace cuatro meses en Afganistán, cuando el vehículo en el que viajaba, un BMR idéntico al del Líbano, pisó una mina. Entonces se generó una polémica porque no llevaba inhibidores de frecuencia. El Gobierno explicó que esos artefactos nada pueden hacer contra una mina que explota mecánicamente cuando la rueda pasa por encima.

Rajoy, sin embargo, vinculó los dos siniestros. Zapatero, sin explicar esta diferencia, apeló a su conciencia: "El caso de la soldado gallega nada tiene que ver con los inhibidores. Usted sabe cuál fue la causa. Los soldados españoles tienen los mejores medios que han tenido nunca en la historia de las misiones de paz. Los primeros inhibidores se instalan en 2005. Ustedes estuvieron ocho años, podían haber pensado alguna vez en los inhibidores".

El presidente recordó que, a pesar de que ningún otro país de los que están en Líbano los tiene, hace unos meses España decidió instalarlos en todos los BMR, y el proceso estaba en marcha cuando llegó el ataque. "Seremos uno de los pocos países del mundo. Tendremos los mejores medios, aunque los inhibidores no garantizan nada", explicó Zapatero.

Rajoy se guardó una última andanada: "El Gobierno libanés les ha concedido la medalla de la guerra. Cuando yo sea presidente del Gobierno, esas medallas serán con distintivo rojo, tienen que saberlo". El Ministerio de Defensa recuerda que el PP no concedió el distintivo rojo ni siquiera a los siete miembros del CNI muertos en un tiroteo en Irak, y mucho menos a los del Yak-42. Sólo se concede a fallecidos en combate.

Zapatero y Rajoy dejaron la dureza para la sesión de control, puesto que antes, al comenzar la tarde, habían realizado un homenaje público a las víctimas, aunque el líder de la oposición aprovechó para criticar que el presidente tardara cuatro días en hablar del asunto.

Terminado el choque entre los líderes, la última sesión de control antes del verano mantuvo el tono áspero. La tregua tras la nueva amenaza de ETA duró una semana. De hecho, Ángel Acebes exigió al Ejecutivo que prometa "que nunca más habrá una negociación con ETA".

María Teresa Fernández de la Vega le culpó de la derrota del PP hace tres años por su gestión, como ministro del Interior, de la crisis del 11-M. Y Eduardo Zaplana acudió a defender a su compañero con una alusión a la teoría conspirativa: "Ya nos gustaría que nos ayudara usted a saber quién tuvo alguna responsabilidad en ese resultado electoral", le dijo a De la Vega. El tono del PP no cambió en toda la sesión. Alejandro Ballesteros llegó a decir que el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, tiene "fobia a la democracia".