Rajoy culpa a Zapatero de la ruptura del diálogo social
El líder del PP cree "cómico y antidemocrático" responsabilizar a su partido del fracaso.- Campa aboga por retomar los contactos "a medio plazo".- Aguirre califica a Zapatero de "sindicalista retrógrado piquetero"
Para el presidente del PP, Mariano Rajoy, sólo hay un responsable del fracaso del diálogo social: José Luis Rodríguez Zapatero. El líder del principal partido de la oposición ha afirmado que es "cómico y antidemocrático" atribuir a los populares la responsabilidad de la ruptura de las negociaciones, después de que el Ejecutivo haya dado por cerrado los intentos de llegar a un acuerdo.
En un acto en la inauguración de uno de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo de El Escorial, Rajoy ha censurado que el Gobierno, tras la ruptura del proceso de negociación con los sindicatos y los empresarios, haya "interesadamente" filtrado a algunos medios que "la culpa no es suya", en concreto del jefe del Ejecutivo. "La culpa es de quien gobierna" y nunca del PP, un partido que, según ha subrayado Rajoy no ha participado en la negociación. "No se ha contado con el PP ni para bien ni para mal", ha añadido.
Para Aguirre, el presidente "ha hecho un ejercicio de prepotencia con quien no quiere sumarse a sus medidas de sindicalista retrógrado piquetero"
Sin salir de las filas del PP, la presidenta de la Comunidad de Madrid y líder del partido en la región, Esperanza Aguirre, ha reprochado a Zapatero que "en vez de escuchar, amenaza a quién no quiere sumarse a su sindicalismo retrógrado piquetero". "Este fin de semana hemos visto el verdadero talante de Rodríguez Zapatero: en vez de escuchar, amenaza. Ha hecho un ejercicio de prepotencia con quien no quiere sumarse a sus medidas de sindicalista retrógrado piquetero", ha enfatizado antes de criticar que es un "dogmático" y que "solo sabe gastar", según informa Beatriz Jiménez.
Además, ha defendido que "son los empresarios los que crean empleo" y no medidas como las del presidente de "abrir y cerrar zanjas" con su plan de inversión para pequeñas obras en los ayuntamientos. Si quiere llegar a acuerdo, ha añadido Aguirre, el Gobierno "no puede poner líneas rojas ni temas tabú" y ha criticado que Zapatero "no quiere hablar de las reformas que España necesita".
Desde el Gobierno, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha asegurado que, pese a la ruptura del diálogo social, "a medio plazo" habrá que mantener una "interacción constante" con los agentes sociales para intentar mejorar la situación del mercado laboral.
Campa: "Diálogo continuo y permanente"
"El diálogo tiene que ser continuo y permanente, porque en una cosa como el mercado de trabajo es muy importante la participación de todos los agentes sociales. Aunque se haya roto, a medio plazo debemos seguir manteniendo una interacción constante con los agentes sociales para intentar mejorar la situación", ha declarado Campa en Punto Radio. Así, ha defendido que "el Gobierno debe tener en cuenta las cosas que son urgentes, y es que ahora mismo hay cuatro millones de personas en paro, que están buscando trabajo, y hay que ayudarles a que lo consigan y puedan tener al mismo tiempo un nivel de vida subsistente y digno".
En cuanto a la postura de la CEOE, la patronal, cuyo presidente, Gerardo Díaz Ferrán, confió en declaraciones a EL PAÍS publicadas el domingo que a Zapatero "se le pase pronto el berrinche"; celebrará mañana una reunión extraordinaria de su Junta Directiva para analizar la ruptura del proceso.
De este lado de la clausarada mesa de negociaciones, el Círculo de Empresarios ha advertido hoy al Ejecutivo de que "todas las partes deben tener la libertad de poder plantear las cuestiones que consideren importantes para mejorar la competitividad de la economía española y crear empleo". "No debe constreñirse el diálogo mediante el establecimiento de líneas rojas por ninguno de los implicados ni la consideración de determinados temas como intocables", ha añadido esta asociación en un comunicado en el que anima "especialmente al Gobierno" a retomar los contactos "lo antes posible".
Además, el Círculo afirma que comparte las reivindicaciones expuestas por la CEOE a favor de "rebajar las cotizaciones sociales de las empresas, pero sobre todo de abordar una reforma del mercado de trabajo". En este punto, "lamenta las declaraciones de algunos miembros del Gobierno y de los sindicatos" en las que atribuían a los empresarios la reclamación del despido libre. Algo que, les "consta que en ningún caso se ha formulado", y que ellos no apoyan.
En el bando contrario, el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ha afirmado hoy que no se puede "dar por roto el diálogo social". Eso sí, ha admitido que "ha terminado una fase". En su opinión, sería un "error" tomar decisiones "salomónicas" y más aún intentar "atraer el favor de la CEOE haciendo alguna concesión en materia de Seguridad Social", como sería la aprobación de una rebaja de las cotizaciones de las empresas.
El PP, "detrás" de la patronal
Algunas fuentes del Gobierno apuntaban a que detrás de la posición de la patronal estaba el Partido Popular, como reflejaban las alabanzas dedicadas por Díaz Ferrán a la jefa del Ejecutivo madrileño, Esperanza Aguirre, y las críticas a Zapatero. De acuerdo con estas fuentes, PP y patronal habrían actuado de la mano para intentar desestabilizar al Gobierno. Sobre esta polémica, el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha insistido hoy en que las últimas propuestas de la CEOE son el "programa oculto del PP que no se atreve a ofrecer ante la sociedad".
El pasado viernes, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el presidente del Gobierno escenificó la ruptura de las negociaciones tras la última reunión mantenida el día anterior. Con un discurso muy contundente, Zapatero dijo estar "decepcionado" por la postura del presidente de la patronal. El ministro de trabajo, Celestino corbacho, confirmaba horas después que los planteamientos de la patronal eran inasumibles para el Gobierno, por cuanto que querían ahondar en el abaratamiento del despido y la reducción de las cotizaciones.
En opinión del líder del principal partido de la oposición el jefe del Ejecutivo no quiere "hacer reformas" y ha puesto "tantas líneas rojas y tantos límites a la negociación, que ha dejado a los acuerdos sin sitio". "El señor Rodríguez Zapatero no quería hablar de nada que le fuera incómodo", ha subrayado, para añadir que "lo más lamentable es que la culpa lo tengan todos menos" el Ejecutivo.
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