El PSOE pide el voto en Valencia para restaurar la honradez
Zapatero y Alarte no citan Gürtel pero piden valentía para que pierda Camps
Gritos en favor de la libertad, de la dignidad y de la honradez. Ese fue el clamor ayer en la plaza de toros de Valencia en el mitin más importante hasta ahora del PSOE y que protagonizó José Luis Rodríguez Zapatero. La campaña en la Comunidad Valenciana tiene características propias, muy centradas en la lucha sin cuartel que libra la Generalitat de Francisco Camps y los socialistas desde que se destapó la trama Gürtel.
Pero además es una campaña muy singular porque esa red corrupta que afecta al propio Gobierno autónomo, al estar imputados 11 altos cargos, incluido el presidente Camps, sobrevuela pero no se la cita por su nombre. El candidato socialista, Jorge Alarte, en ningún momento citó ayer en su intervención la palabra Gürtel ni tampoco Zapatero, aunque ambos llenaron su discurso de invocaciones a la honradez y a la transparencia en la vida pública.
Los estrategas del PSOE y del PSPV han llegado a la conclusión de que centrar la campaña en Gürtel no les reportaría beneficio alguno. A los votantes del PP no les influye, al parecer, según las encuestas, ya que castigan en valoración a Camps pero la marca PP mantiene su fortaleza. Y respecto a los potenciales votantes socialistas, insistir en la corrupción que ha anidado en la Administración autonómica resulta ocioso. La insistencia en la denuncia no les moverá a votar las candidaturas socialistas.
Excluida una campaña centrada en la corrupción, los socialistas han decidido elevar el punto de mira y hacer un discurso de principios, de valores, de democracia, con la denuncia, esta sí, de que todo ello está en peligro en la Comunidad Valenciana.
Ante los más de 15.000 asistentes al mitin de la plaza de toros de Valencia fueron lanzados mensajes que no resultan necesarios en otra comunidad autónoma. Si estas elecciones en 13 comunidades y 8.000 Ayuntamientos son importantes, en la Comunidad Valenciana se juega "la libertad, la democracia y la dignidad". Nada menos que esta advertencia es la que utilizó ayer Alarte, de nuevo, para atraer el voto.
Zapatero le ayudó, entusiasmado como estaba por ver a tantas miles de personas aclamándole cuando hasta ahora los actos que había celebrado eran de formato pequeño, y en algunos lugares, como León, no llenó el aforo y anteayer en Palma quedaron cientos de sillas vacías.
No entró Zapatero en las alusiones a la honradez, pero sí se explayó en la denuncia de la baja calidad democracia de la gestión del Gobierno de Francisco Camps. En pocos lugares de España resultará fácil escuchar a miles de personas exigir a voz en grito "libertad de expresión", como ocurrió al mediodía de ayer en el coso valenciano. Esas miles de personas prorrumpieron en un clamoroso "¡fuera, fuera!" dirigido hacia los profesionales de Canal 9, la televisión pública valenciana sobre la que caen denuncias todos los días de los socialistas por presunta manipulación, parcialidad y maltrato informativo. El abucheo fue de tal calibre que Alarte pidió que se dejara de apabullar a los profesionales de Canal 9 y se les aplaudiera porque son también "víctimas".
Si en el resto de España los socialistas no abandonan el guión de la defensa de las políticas sociales, en la Comunidad Valenciana, aunque también lo incluyen, se apela a la valentía para cambiar la vida pública. Para los socialistas, ha sido un valiente Ángel Luna, el portavoz del PSOE que ha personificado en las Cortes valencianas la pelea contra Camps y la corrupción. Tuvo la felicitación pública de Zapatero.
En víspera de la publicación de encuestas muy desfavorables para los socialistas valencianos, el Comité Electoral del PSOE ha decidido empezar a insuflar ánimo. Queda una semana y aún cree que el potencial electorado socialista, ahora durmiente, podría despertar. Es su esperanza. Pero de momento no emerge.
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