El PSOE centra su imagen
Los socialistas buscan ganar voto moderado .- Recuperarán los símbolos de España y aparcarán la disputa territorial .- Resaltarán la política social como elemento de vertebración nacional
El inicio del nuevo curso político que acaba de arrancar está marcado por la cita electoral de marzo y la confrontación política entre el PSOE y el PP, con el trasfondo de la amenaza terrorista de ETA. Ante esta situación, los socialistas quieren romper la dinámica que ha marcado la legislatura, centrada en las reformas territoriales y el diálogo con la banda terrorista, convertidos por el PP en eje del debate político.
Zapatero pondrá el acento en las políticas de cohesión social y territorial
Las encuestas dan favorito al PSOE, pero no con la suficiente holgura como para tener asegurada su victoria en las urnas en marzo. Para garantizarla, los socialistas intentarán poner en valor su acción de Gobierno; sobre todo, en su vertiente de cohesión social y territorial. Quieren impedir que el PP monopolice el símbolo de la nación española, que ha tratado de apropiarse al hilo del debate sobre la reforma del Estatuto de Cataluña. Y ofrecerán como alternativa la cohesión social y territorial de España que el Gobierno ha reforzado en estos tres últimos años a través de sus políticas sociales y de las inversiones en infraestructuras.
"No se trata de dar un bandazo político. La prueba es que el Gobierno va a tratar de mantener sus apoyos multipartidistas en el Parlamento hasta su disolución. Lo que se trata es de explicar lo que el Gobierno ha hecho en esta legislatura y profundizarlo en la siguiente, recogiéndolo en el programa", coinciden el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Diego López Garrido, y el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda.
El Gobierno ya ha tomado varias iniciativas. Así, no es casualidad que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, inicie el curso con una ronda de entrevistas en la Moncloa con todos los presidentes autonómicos para conocer de primera mano los problemas territoriales.
También ha dado pasos en el terreno de los símbolos, con la unificación de los logotipos de todos los ministerios en uno con el lema "Gobierno de España". La iniciativa procedió del propio Zapatero quien, al contemplar en sus viajes la dispersión de siglas de organismos públicos con el patrocinio de las obras del Estado, decidió su unificación.
Tampoco es casual que en el proyecto del mandato-marco de RTVE, que el Grupo Socialista ha remitido a los demás grupos, se diga que el ente público debe "contribuir a la construcción de la identidad de España, país con nacionalidades y regiones", según recuerda López Garrido.
En la gobernación de Navarra, aunque tiene más connotaciones, el PSOE "ha sacrificado sus intereses de poder por una idea de convivencia y cohesión en una comunidad tan dividida", dice Moraleda. "Pretendemos sacar a Navarra de la lucha de identidades, en que la había introducido la derecha, y llevarla al terreno de la cohesión", insiste.
Pero donde el Gobierno se ha empleado a fondo esta legislatura ha sido en desarrollar las infraestructuras y las políticas sociales que contribuyen a la cohesión social y territorial de España, en las que profundizará el programa electoral del PSOE, según Ramón Jáuregui, portavoz en la Comisión Constitucional del Congreso: "Han sido políticas que marcan el principio de igualdad de los españoles, con lo que refuerzan la idea de cohesión en una España social y plural". El sábado pasado, en Lugo, Zapatero situó esta cuestión como prioridad en el programa electoral de su partido.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales y coordinador del programa, Jesús Caldera, destaca tres vertientes en la política de cohesión territorial de España. Por un lado, el aumento de los recursos públicos del Estado destinados a las personas con más dificultades económicas, sociales y laborales, con independencia de su lugar de nacimiento o residencia. Por otro, la aprobación de leyes que incorporan nuevos derechos cívicos para el conjunto de los ciudadanos, y el reforzamiento de los mecanismos de cooperación entre el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y las comunidades autónomas; así como el diálogo con los interlocutores sociales, destaca Caldera.
Todo ello, añade el ministro, se ha plasmado en la Ley de Dependencia, las políticas de familia y el aumento de las pensiones mínimas y del fondo de reserva de la Seguridad Social.
"La España de la cohesión social es compatible con la idea de su pluralidad que recogen los estatutos de autonomía. La competencia entre las regiones de España, el federalismo competitivo, fortalece la España del siglo XXI", asegura Jáuregui.
El Gobierno también ha recuperado alguna competencia descentralizada, con la vista puesta en su política de cohesión territorial, como es el caso de la protección civil, con la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Y ha blindado la Seguridad Social como competencia exclusiva del Estado a través de una cláusula recogida en los estatutos de autonomía reformados.
La solidez de la economía permite una redistribución social, pero también que las empresas españolas proyecten la marca España al exterior, apunta Jáuregui. "Empresas españolas como Ferrovial, Zara o el BBVA están presentes en el aeropuerto de Londres, en las obras públicas de Italia o al frente de la industria textil del mundo", añade.
El plan de actuación del PSOE en los próximos meses tendrá como telón de fondo la amenaza de ETA. El riesgo de que ETA intente matar de nuevo tras el atentado del viernes en Durango (Vizcaya) es real. Pero el Gobierno juega con varias bazas. Las Fuerzas de Seguridad han demostrado que no han bajado la guardia durante la tregua y mantienen intacta su eficacia, por lo que el Gobierno afronta en mejores condiciones tanto la ofensiva terrorista como el previsible acoso político del PP.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.