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Elecciones 1-M | Encuesta sobre el País Vasco

El PSE tendrá la llave del poder

Ibarretxe, el líder más votado, ganará otra vez pero alejado de la mayoría absoluta incluso con EA, EB y Aralar - López puede ser 'lehendakari' con apoyo del PP

El PNV será el partido más votado en las elecciones del 1 de marzo en el País Vasco, pero el PSE-EE tiene la posibilidad de convertir en lehendakari a su candidato, Patxi López, si recibe el apoyo del PP. Así lo refleja una encuesta de Metroscopia para EL PAÍS -con 1.200 entrevistas realizadas entre el 16 y el 18 de febrero- en la que se constata la improbabilidad de que Juan José Ibarretxe -el político más valorado de Euskadi- repita mayoría absoluta con el actual tripartito (PNV-EA-EB), incluso incorporando a Aralar.

El sondeo detecta una movilización del electorado inferior a la registrada en 2005, y de una manera más significativa en el ámbito nacionalista. El PSE-EE se aprovecha, incluso, de la ola de las últimas generales -donde fue la primera fuerza- para consolidar así el apoyo más fiel. No obstante, en esta prospección electoral debe contemplarse por su previsible repercusión el angustiado llamamiento que el PNV ha empezado a realizar para evitar la pérdida del Gobierno ante la posible suma PSE-PP, y que cobrará mayor intensidad durante los próximos cinco días; sobre todo en los núcleos rurales, donde los socialistas apenas tienen infraestructura electoral.

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Las estimaciones predicen la cuarta victoria consecutiva de Ibarretxe, a pesar de una caída de cuatro puntos en la estimación de voto (34,5%) del PNV, muy relacionada con la ruptura de la coalición con EA. En cambio, los socialistas experimentan un fuerte crecimiento que les permitiría pasar de 18 a 26 escaños, con un 30,2% de respaldo, y que ratifica su línea ascendente de las tres últimas convocatorias: autonómicas (2005), locales (2007) y generales (2008).

Por territorios, la clave estará en Guipúzcoa (PNV va por delante) para zanjar el empate que se produce entre la victoria peneuvista en Vizcaya y la socialista en Álava. Los populares, por su parte, mantienen el tipo (como máximo podrían perder dos de los 15 escaños actuales) tras la traumática marcha de su anterior presidenta, María San Gil, y la incorporación a un discurso firme pero más moderado de Antonio Basagoiti. El PP, precisamente, se vería perjudicado por la incierta incorporación del partido de Rosa Díez al Parlamento: UPyD podría arrebatar a los populares un escaño en Álava.

A pesar de este triunfo nacionalista, que toma cuerpo en la ventaja de nueve puntos en intención directa de voto, las posibilidades de que su candidato continúe en Ajuria-Enea se ven más comprometidas que nunca. Y es que un apoyo del PP (13-14 parlamentarios) al PSE-EE -descartado por el momento por ambos partidos- convertiría a Patxi López en el primer lehendakari socialista de un Gobierno vasco (Ramón Rubial presidió el Consejo General Vasco).

Las posibilidades, según la encuesta, de un tripartito (PNV, EA y EB) se alejan demasiado, incluso incorporando a Aralar, un valor en alza sólo en Guipúzcoa, ya que todos ellos quedarían a tres escaños de la mayoría absoluta (38). Un 65% de los vascos se decanta ante el 1-M por un cambio político en su comunidad. En caso de coalición, la más aceptada (33%) sería la del PNV y el PSE, ya experimentada durante los mandatos de José Antonio Ardanza. En cambio, un Gobierno PSE-PP sólo obtiene el respaldo del 8%. Para la mayoría de los vascos, tanto el PNV, por su garantía para gobernar, como Ibarretxe, por su liderazgo, representan seguridad para resolver problemas como el paro, el terrorismo o la crisis económica.

El nuevo escenario político que dejan abierto los resultados de esta encuesta tiene una relación directa con la ausencia de la izquierda abertzale por primera vez en unas elecciones autónomas vascas. El veto del Tribunal Supremo a las listas D3M y Askatasuna por considerarlas al servicio de ETA abre una incógnita sobre cuál será la respuesta de este sector (los dirigentes abertzales han pedido testimoniar la protesta mediante el voto nulo). También permitirá conocer el teórico respaldo electoral del que disponen en estos momentos (dispusieron de 9 escaños bajo las siglas de PCTV en el último Parlamento vasco).

La ausencia de la izquierda abertzale castiga especialmente al PNV porque éste pierde así un apoyo decisivo para asegurarse, junto al tripartito, la reelección de su lehendakari como ha venido ocurriendo en las tres legislaturas anteriores.

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