PP y PNV añaden presión al Constitucional y al Gobierno

La presencia o no de Bildu en las elecciones municipales vascas centra por completo el arranque de la campaña. Después de una semana política muy intensa, con una ruptura anunciada del PNV con el Gobierno por este asunto, tanto los nacionalistas vascos como el PP redoblaron ayer la presión al Ejecutivo pero sobre todo, sin expresarlo directamente, pero sí de manera indirecta, al Tribunal Constitucional.

PP y PNV presionaron en sentido contrario. El primero avisó de la batalla que dará si el Constitucional deja pasar a Bildu después de que el Tribunal Supremo se haya pronunciado en contra de dejarles presentarse. El segundo avisó al Ejecutivo de que si Bildu no está en las elecciones, no podrá contar con ellos como socios parlamentarios, algo muy necesario para un PSOE en minoría.

Erkoreka: "El Gobierno podría quedar salvado por la campana"

Según Pons, pase o no Bildu, parecerá que el Gobierno influye al tribunal

El portavoz de los nacionalistas en el Congreso, Josu Erkoreka, admitió que una sentencia del Tribunal Constitucional sobre Bildu en línea con el voto discrepante del Supremo "modularía" la actitud de los nacionalistas vascos hacia el Gobierno, que podría verse "salvado por la campana" tras haber quedado "contra las cuerdas" por la sentencia del Supremo. El PNV exige al Ejecutivo que decida: o ellos, o el PP.

La ruptura de los nacionalistas, que han llamado suspensión, es en cualquier caso relativa. Erkoreka explicó en Onda Cero que están hablando de nuevas iniciativas, no de las ya pactadas. La próxima semana hay asuntos trascendentes en agenda, como la reprobación del vicepresidente tercero, Manuel Chaves, que ha planteado el PP.

Erkoreka fue muy claro. Dijo que la sentencia del Supremo que impidió a Bildu presentarse es "muy poco acertada", y fue explícito en su presión: "La suspensión de colaboración y apoyo en relación con las nuevas, puede modularse en función de lo que diga el TC", remató.

Aún así, aseguró que sus quejas no están planteadas contra los jueces, sino contra el Gobierno, porque él dio "impulso político" a los recursos y no informó a los nacionalistas, pero sí al PP a través de Federico Trillo.

Para Erkoreka, las elecciones de mayo quedarían "cojas" sin la izquierda abertzale, cuyas expectativas ve en alza por las decisiones de Interior ya que "pueden vender una estrategia de acoso por parte del Estado".

Mientras, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, también lanzó su presión pero en sentido contrario. Dijo en Córdoba estar muy preocupado porque el Gobierno central "está trasladando la sensación al PNV y a otros de que controla el Tribunal Constitucional".

El portavoz del PP aseguró que hay "destacados miembros" del PSOE que intentan "dar a entender" que controlan al Alto Tribunal. Para González Pons, si el Constitucional confirma la sentencia del Supremo "tendrá menos valor porque parecerá que ha sido influida por el Gobierno" y si la revoca "quedará la sensación de que se ha hecho porque el PNV y el PSC presionaron" al Ejecutivo central.

Para el vicesecretario de Comunicación del PP, "lo lógico" es que la sentencia se parezca "mucho" a la del Supremo ya que el Tribunal Constitucional "no tiene que volver a analizar las pruebas que analizó el Supremo, salvo en casos excepcionales".

El Gobierno, entre estos dos fuegos -tiene un pacto con el PP sobre los recursos a presentar pero no quiere perder el apoyo del PNV- pidió respeto para los jueces y trató de evitar decantarse.

Mientras, desde el PSOE, su portavoz, Elena Valenciano, señaló que lo único importante para los socialistas es lo que digan los jueces. "Tribunales, tribunales, tribunales", contestó a los periodistas. Valenciano no quiso opinar sobre las palabras del presidente del Congreso, José Bono, quien reconoció que "puede haber algún matiz" en la postura que los socialistas mantienen sobre la anulación de las listas de Bildu.