El PNV ofrece apoyar los Presupuestos

La vida política está llena de paradojas o, dicho de otro modo, hace extraños compañeros de cama. Una paradoja no menor es que el fuerte enfrentamiento entre el Ejecutivo vasco, que preside Juan José Ibarretxe, y el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, a cuenta de la inconstitucional consulta vasca, no va a ser óbice para que el PNV negocie con los socialistas su apoyo a los Presupuestos del Estado, con muchas posibilidades de llegar a un acuerdo.

Al PNV le interesa más ganar las elecciones que la consulta de Ibarretxe El Gobierno sabe que no puede contar por ahora con CiU, ERC e ICV

El Gobierno vasco podrá participar en las competencias sobre investigación Si hay acuerdo en el Congreso, el PSE aprobará las cuentas de Ibarretxe

Pero nada es gratis, y el apoyo de los cinco diputados del PNV -a los que se unirán los dos del BNG, con el que los socialistas comparten Gobierno en Galicia-, tendrá una factura que pagará el Partido Socialista de Euskadi, ya que sólo falta medio año para las elecciones vascas. A cambio, el Gobierno salvaría los Presupuestos al contar con los siete votos que le dan mayoría.

El Ejecutivo se ve obligado a recurrir al PNV, en primera instancia, sobre todo por un problema de calendario. Tiene serias dificultades para lograr un acuerdo con sus aliados tradicionales, los partidos catalanes -CiU, ERC e ICV- antes de mediados de octubre, cuando se debaten las enmiendas a la totalidad del Presupuesto en el Congreso. Como el contencioso de la financiación autonómica tiene como plazo el mes de diciembre, el Gobierno da por descontado que nada o muy poco puede esperar de ellos en octubre.

El posible acuerdo del Gobierno con el PNV viene propiciado por la ventaja de que los nacionalistas vascos no están inmersos en la polémica sobre la financiación autonómica, ya que Euskadi dispone de un sistema de financiación propio, como es el Concierto Económico.

También lo facilita la decisión del PNV de separar la negociación presupuestaria del conflicto que protagoniza el lehendakari Ibarretxe con el Gobierno central a cuenta de su intento de una consulta popular. Y eso que el enfrentamiento no es menor, porque Ibarretxe ha anunciado que los partidos que forman su Gabinete recurrirán ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo la reciente sentencia del Tribunal Constitucional contra la iniciativa del tripartito vasco.

La dirección del PNV, donde no existe especial entusiasmo por la consulta de Ibarretxe, piensa ante todo, en las elecciones vascas, que se celebrarán dentro de seis meses, y en mover las piezas en función del objetivo prioritario de ganarlas. El PNV está muy preocupado porque puede perder el Gobierno vasco, tras casi 30 años de poder ininterrumpido. Numerosas encuestas sitúan al PSE ligeramente por encima del PNV y, aunque los resultados no son extrapolables, en las pasadas elecciones generales, los socialistas aventajaron a los nacionalistas vascos en 120.000 votos, algo insólito en la historia de la democracia.

En este complicado contexto, el próximo martes inicia el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, las negociaciones formales sobre los Presupuestos con el vicepresidente económico, Pedro Solbes. Pero ya ha habido algo más que guiños entre el PNV y el Gobierno. El martes de la semana pasada, tras la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso, Erkoreka envió un mensaje a La Moncloa, a través del portavoz socialista y hombre de confianza de Zapatero, José Antonio Alonso, en el que avanzó la voluntad del PNV de pactar los Presupuestos.

Erkoreka, que está avalado en sus negociaciones por el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, pondrá al Ejecutivo socialista sobre la mesa dos cartas que son perjudiciales para la imagen del Partido Socialista de Euskadi a seis meses de las elecciones vascas: el apoyo del PSE a los Presupuestos del Gobierno de su principal rival en esos comicios, el lehendakari Ibarretxe; la reclamación de los traspasos sobre las políticas activas del Inem, con mucho carga política para el País Vasco por la situación de crisis, y, sobre todo, la participación del Gabinete autónomo en las competencias de investigación, que fortalecerán la imagen de los nacionalistas frente a los socialistas.

Zapatero está dispuesto al acuerdo presupuestario con el PNV y lo reconoció públicamente a Erkoreka durante el debate monográfico sobre la crisis económica, el pasado miércoles, en el Congreso. De esa predisposición del Gobierno socialista ya se ha hecho eco el PSE, de tal modo que su líder, Patxi López, ya ha adelantado que votará en Vitoria los Presupuestos del Ejecutivo vasco, aunque ha buscado como coartada la necesaria corresponsabilidad ante la crisis económica.

José Luis Rodríguez Zapatero dará, también, luz verde a la negociación sobre la participación del Ejecutivo vasco en las competencias de investigación, que el PNV viene reclamando con el argumento de que el Estatuto de Gernika la clasifica como competencia compartida. De este modo, los nacionalistas tratan de neutralizar a la ministra de Ciencia e Innovación, la vasca Cristina Garmendia, una de las bazas importantes de apoyo con que cuenta el PSE para su campaña electoral por su autoridad en la materia y por su origen nacionalista. En esta misma línea, el PNV reclamará previsiblemente la creación de un centro de neutrones en Euskadi, junto a otras reivindicaciones en infraestructuras.

El PNV ha calculado, también, que su actitud constructiva ante los Presupuestos, en una situación de crisis, le centra en un momento en que la propuesta de consulta ha deteriorado su imagen en sectores moderados de la sociedad vasca. Su posición ante los Presupuestos no supondrá que el PNV abandone su actitud reivindicativa contra el Gobierno en otros terrenos.