Otegi niega que el acto de Anoeta fuera un homenaje a ETA

"El objetivo del acto no era homenajear a ETA" sino "poner negro sobre blanco una propuesta para una solución pacífica al conflicto de Euskal Herria con el Estado español". El líder de la izquierda radical abertzale, Arnaldo Otegi, ha negado en la Audiencia Nacional los delitos que se le imputan por el mitin de Anoeta de 2004 por el que la Fiscalía pide 18 meses de cárcel, al considerar que sirvió para enaltecer al terrorismo.

Otegi, además, ha asegurado que Batasuna no seguía órdenes de la organización terrorista y que el PSE estaba informado del contenido del acto, y ha reiterado que la izquierda abertzale no plantea la necesidad de "hacer concesiones políticas a ETA", una idea que ya expuso en la entrevista que publicó EL PAÍS.

Poco después de las once de la manaña ha comenzado en la Audiencia Nacional el juicio contra los dirigentes de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Joseba Álvarez como autores de un delito de enaltecimiento del terrorismo por el que el fiscal solicita año y medio de prisión para cada uno de ellos. El Foro de Ermua, que ejerce la acusación, reclama dos años de cárcel, mientras que la defensa pide la absolución.

Los tres acusados han llegado al tribunal a las 9.30; Permach y Álvarez, que se encuentran en libertad, han hecho su entrada en la sede judicial a pie, acompañados por los abogados Jone Goirizelaia e Iñigo Iruin. Por su parte, Otegi ha sido trasladado en un furgón por la Guardia Civil desde la cárcel de Navalcarnero (Madrid). Al encontrarse en la sala, Permach y Otegi se han abrazado.

El juicio ha comenzado con una cuestión previa ya que el auto de juicio oral limitó la acusación a enaltecimiento del terrorismo pero rechazó los delitos de desobediencia, reunión ilícita y quiebra de medida cautelar, de los que también acusaba la acción popular que encarna el Foro de Ermua. Tanto la Fiscalía como la defensa piden que se desestime la inclusión de estos delitos porque un auto de la sala cuatro de la Audiencia ya resolvió que no existió reunión ilícita.

Otegi ha rechazado, a preguntas de su abogada, los hechos que se le imputan. El líder de Batasuna ha asegurado que "el objetivo del acto no era homenajear a ETA" sino "poner negro sobre blanco una propuesta para una solución pacífica al conflicto de Euskal Herria con el Estado español". Otegi, además, ha negado que el mitin de Anoeta partiera de "la alternativa KAS" y ha zanjado: "No seguíamos órdenes de ETA".

El líder abertzale ha reconocido, además, que el PSE "estaba informado" de la celebración del acto de Anoeta e incluso ha asegurado que, cuando se produjo, Batasuna mantenía "contactos con fuerzas políticas del país, como el Partido Socialista".

Los hechos por los que se les juzga ocurrieron el 14 de noviembre de 2004 en el velódromo de Anoeta, en San Sebastián, donde Batasuna, que había sido ilegalizada el año anterior, convocó un gran mitin político con asistencia de unas 15.000 personas para dar a conocer su nueva propuesta política. "Ahora el pueblo, ahora la paz".

Sin embargo, durante el acto se proyectó en una pantalla gigante un vídeo recopilatorio de detenciones de miembros de ETA, concentraciones a favor de los presos de la banda, pintadas alusivas y una sucesión de decenas de imágenes de militantes ya fallecidos, que, según la fiscalía, tenía el claro propósito de "elogiar y homenajear públicamente a la banda terrorista ETA y a sus miembros".

De hecho, el vídeo se iniciaba con la proyección de la foto de Xabi Etxebarrieta, primer jefe de ETA, fallecido en enfrentamiento con la Guardia Civil en 1968, y concluía con la de Oihane Errazquin. Al concluir la proyección, el público coreó numerosos vivas a la banda terrorista, así como la frase en euskera ETA, herria zurekin (ETA, el pueblo está contigo).

La intervención de Otegi fue la de mayor duración, unos 45 minutos, nada más iniciarla se jactó de que era "un acto ilegal, de una formación ilegal y con un portavoz ilegal".

La defensa de Otegi, sin embargo, precisa que el mitin de Anoeta pretendía poner en la agenda política del País Vasco una propuesta de solución del conflicto, a través del diálogo entre partidos políticos, agentes sociales y sindicales y el reconocimiento de los derechos políticos individuales y colectivos. Ello permitiría crear un marco democrático en el que todos los proyectos podrían llevarse a cabo, en ausencia de violencia y por vías políticas y democráticas.

En aquel momento, Otegi era miembro del Parlamento vasco y el acto estaba autorizado. La defensa considera que no hubo delito alguno.