Del Olmo halla cintas de 'narcos' perdidas en su juzgado desde 2004
El extravío de las pruebas impidió al fiscal oponerse a los recursos de los condenados
El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo notificó el pasado día 16 a la Fiscalía Antidroga que dos días antes, el 14 de febrero, habían aparecido en su juzgado algunas de las cintas correspondientes a varios números telefónicos intervenidos a una red de narcotraficantes turcos y españoles, que desaparecieron hace dos años y que estuvieron perdidas desde entonces, según informaron fuentes fiscales. La notificación a Antidroga se produjo el mismo día que este periódico publicó una información que daba cuenta de que el extravío de las cintas había forzado a la Fiscalía del Tribunal Supremo a no oponerse a los recursos de media docena de los cabecillas de la organización por falta de pruebas. Antidroga ha notificado a la Fiscalía del alto tribunal la nueva situación.
Las cintas desaparecidas del juzgado de Del Olmo se correspondían a 13 números de teléfono intervenidos judicialmente a una red narcotraficantes turcos y españoles a los que la Policía intervino 16 kilos de cocaína y 52 de heroína, además de armas, vehículos y dinero.
La desaparición de las grabaciones consta como "reconocida" desde enero de 2004 en el sumario que instruía el juez Juan del Olmo aunque fuentes de la defensa creen que la pérdida viene de mucho tiempo atrás. En julio de 2001 algunos de los turcos detenidos que desconocían el castellano alegaron que las conversaciones que se les atribuían en las grabaciones estaban en esta lengua, por lo que no podían ser ellos los interlocutores a los que se había grabado. Sus abogados pidieron una prueba de voz, pero ésta se fue dilatando en el tiempo a base de pedir precisiones sobre las conversaciones, limitarla al castellano y no al turco o aprobarla para sólo uno de los detenidos.
A juicio sin grabaciones
En enero de 2004 el juez reconoció por primera vez la pérdida de las cintas y en marzo del mismo año concluyó el sumario sin 13 de las cintas y sin realizar dicha prueba. Antidroga instó su búsqueda en todos los posibles lugares de depósito de la Audiencia Nacional, pero se llegó al juicio sin ellas. A pesar de ello, la Audiencia admitió las transcripciones y el testimonio de los policías que dijeron haberlas oído y con esa prueba, condenó a 28 de los acusados y entre ellos, a los jefes de la organización, a penas de entre 15 y 31 años de cárcel.
Al llegar al Supremo los recursos de casación de los condenados, la Fiscalía se vio forzada a informar que "no existe ningún precepto que exija la transcripción de las cintas" pero si se utilizan transcripciones, sólo tendrán autenticidad "si están debidamente cotejadas bajo la fe del secretario judicial". La Fiscalía informó que en la Audiencia se infringió la legalidad, al no existir "el preceptivo cotejo por parte del secretario judicial y produciéndose en su incorporación a la causa tales irregularidades". Por ello, se vio forzada pedir que se estimaran los recursos de los presuntos narcos.
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